El Bejareño. (San Antonio, Tex.), Vol. 2, No. 1, Ed. 1 Saturday, January 5, 1856 Page: 1 of 4
four pages : ill. ; page 17 x 10 in. Digitized from 35 mm. microfilm.View a full description of this newspaper.
Extracted Text
The following text was automatically extracted from the image on this page using optical character recognition software:
rjn í Trrrr rr?
vUl A Lí e i vi
X, DEBKAY y A. A. LEWIS, Edilore;.
TOMO II.
S\N ANTONIO.SAJÍA 1)0. 5 BE ENEHO 1856.
> / C .
i! .ñílú
$ j'lb
i—jTÍ
HJIU.
CONDICIONES:
ESTADOS UNIDOS:
Cuatro pesos al año. ) Aáelan-
Oio reales por Trlmestro J tado.
MEJICO:
'¡¡neo pesos.
Precios «le Avisos:
Por cada cuadro do ocho lineas o menos, $ 1,00
La inserción subsecuente,
Después-de un mes, _ > 0,25
Targctiis de comerciantes, por 10 Lineas
o menos, al año,
Por seis meses,
Por 3 meses
.lauceLo do candidatos 1
fgSf Comunicaciones o aviso en IcnRuago oftsusivo,
no serán recibidos bajo ninguna consideraron. -■
. $ S,00
' 5,00
\ 3,00
5,00
JLeyenda . \ ,
de la MAítruceidiidela Caledrát 4* Cota,
Por A. Dumaa. i
. Traducido para el llejvtíelio.
Agentes:
}
San Antonio.
Pon Narciso Leal,
TJórt Mar ano II. García,
Oon Jnlius Berendf,
rson Aguctm Soto, Larodo.
Dgn Juan New tu — Paso del Aguila.
Pon íistuvan do k Garza — Calaveras y los Arroyos.
®on Jesús Lujan — El Paso del Nortp y vecindad.
~A.vi os (1q Abosados.
J. D. BUCIIANAN; abogada y consejero «u ley.
ft a Antofiio. Tejas, drrá todo su tiempo a loa que se
sirvan oceuparlo. Oiliciua en la Plaza do Armas, lado
del Norte. " |
J.H. iiCÑCAN, abordo y consejero en ley, S§aji
4sUmio. Tuja-a, practicará en las cortos _ do Jlietrite-de
los Condados de Bijar, Medina, Gillespie, Comal, Gua-
i «lalupo, Karnes, Gonzales y Caldwell, y «n las cortee
Suprema y Federal en Austin.
,4 ACO BO;\V AlíÍLDÉK^ consejero «n ley, San
ijitguio, practirará en las ¿oxtes de liistrito dolos Con-
fiados de Guadalupe y Medina, y en las cortes Federal
y Üjjpi'cm cu Austin. Atenderá con esmero y pronti-
tud todos asuntos «¡uo le serán confiados.
*}¿l Señor JllA^N NIKSTROXj Abogado y
ia nsejéro en ley, San Antonio, Tejas, practicará en las
.j«jítes.dol Sogutido y del Cuarto Distrito, y en la Corte
'^federal en Ansttn.-Atenderá del y dfllgontamento a tó-
balos asuntos que se lo encomienden, fíe occupartam-
4el cobro de deudas, reclamaciones, <fce. *c., y hará de
Acento do tierras.
Uñí ciña — Calle do la Kstafeta, frente a la tiendade
Ws Señores Groe beeck- & Frenéb. El Soñor S. kabla
«1 Castellano, Francés y Alemán.
V> . H. ('LKV1¡|jAíM)i abogado y consejero eu
■ V y, y Notario Publico, San Antonio, Tejas, atenderá
;Hm asuntos-que se le encomienden; babla el idioma Ca-
. Mellan o. Oflicina Callo Principal.
A. A. L.EWIS, Abogado y Consejero on ley, aten-
• ídri con esmeró todo negobio qn« so lo encomiende.
Qfiieinadel HEJAHEn O, Plaza do Aranas.
Dcnisoii. Warriék Tunstall.
i>BNÍ80N Y Tunstall, Abogado y Conse-
jero en ley, San Antonio, Tojas, practicarán en. los
«Jondados (fio la Jurisdiiion del cuarto y seguado Distilo
Judicial, en las Cortes do Distrito do Karuea y Goliad,
*« las Cortes Suprema, y Federal en Austin.
OÍBcina, Altos dolalmaeeaclel Soñor Jones, Esquina
de ia Plaza Principal.
£. CS. HlOTOÍÍ, Abogado y conscjoro en ley, Bari
A a tocio, Teja , atonderáicon prontitud los' negó dios
. «ae se lo ejícomionden. Oficina, on la Plasa.de. Ara&|
«onde se lo encontrará a todnn Hora .
.f raAle EtíAN, abogado y consejero on leyf gento
- («iierat de tierras, San Airtwnio, 'iVjan; todo asunto que
vf# le eoopmiende reoibirá Ib major ntonciion. •
Oficina — Fronte de (a Casa de Corte.
y Abogado y consojéro en ley,8an
A***nio,.T« fts, Oficina, Calle a previno.
*W«em« rard, ' t, ; Jn-íLff
Jlaif4du> & Wítoax, Abogados,
"■«■MI. 4.
El Plan.
El Arzobispo Engelsberg, llamado el Santo,
concibió por el año de 1225, la idea de erigir
una Catedral en Coloña; pero no fuá sino su
succcsor, Conrad de Iloohsteden, quien habi-
endo roeuelto, en el año 124?, pasar déla ideak
la ejecución, llamó al primer arquitecto de la
ciudad, y le mandó que erijiese un monumento
que excediese todo lo que se babia-hecho de
mas bello basta entonces. Ponía ¿ su disposi-
ción, para lograr ese fin, el tesoro del Cabildo,
uno de los mas ricos en el mundo, y ks canfo-
ras de Drakenfels, la mas alta de las siete si-
erras.
Era, una de esas proposiciones que hacen
volver loco íí un artista; por tanto él á, quien
Be habia dirijido el digno prelaldo, salió del pa-
lacio arzobispal, dudando aun qne fuese encar-
gado de tan gloriosa empresa: Sin embargo
erza le fuó eroorlo, caí ndo il mi* a lu, Con
rad le envió un saco repleto de oro para los
primeros gastos.
El arquitecto ¿ quien se habia dirijido el ge-
neroso prelado, era módeeto como le son los
hombres de genio, y resolvió ir á visitar las
iglesias mas hermosas de Alemania, Francia y
Inglaterra, antes de comenzar. Para esto, fué
á ver al Arzobispo, pidiéndole el permiso de
empezar su viaje. Lo que se le concedió á
condicion que volviese .en. un año. En : vano
solicitad artista algunos meses-aias; fué todp
o que pudó obtener, tan deseoso estaba el Ar-
zobispo de ver poner su proyecto.en ejecución.
Al año, volvió el arquitecto, mas indeciso
que nunca. Se habia en verdad fijado en la
idea mítica de bu obra, es á decir, que quería
quo el monumento tuviera dos torres para re-
cordar qu« el cristiano debe alzar sus .brazos al
cielo; .que tuviera doce capillas, en memoria
do los.doce Apostóles; que tuviera la forma de
una,ox;uz , pura que loa fieles no olvidarán ni
por. un momento la señal de su redemeion; que
el coro fuera un poco mas inclinado & la dere-
cha'que á la izquierda, por que Josus Christo
cuando murió, inclinó la cabesa en su hombro
dereoho; en fin quo el tabernáculo, tuviera l)0fí
portr^s, ven tanas ..porque Dio* ea triple,, y qne
toda luz viene de Dios. Pero esto no era, < si
asi se puodo decir, «ino«l alma del monumento!;
qüédhbaaun el cuerpo, ia 'forma, es decir la
traducción visible de esa idea religiosa, too
pdderosa én la Bdad Media, que cuaima ^a
via, sac4 iV Íüz tbda una v^etaeion 'de gtatiit0<
Pues una tarde «que el arquitécto, siempre
soñando ea su'plfta,^ había ÚU' «dventirlo pasa-
do las mucaiks dc la ciudad .y llegado á nn lu-
gar del paseo Uamstdo la Puerta de los Pran-i
eos, ee sentó en un banco, y con la punta de
su varita comenzó & trazar en la arena facha-
das y perfiles de Catedr ales, borrándoles an-
tes desaojarlos, pues todo le parecían incom-
pletos y mosquinos al lado del monumento que
los Angeles construían en su imaginación; en
fin, :'t fueria-d<J varias tentativas^ acababa de
obtener un todo Heno de esplendor y majestad,
que ya miraba con algo de satisfacción, cuando
oyó por atras una voz chillona que decia :
— Bravo, amigo, es en verdad la catedral
de Strasburgo.
El arquitecto w volteó y vió parado, con la
cabcza «asi reclinado en bu hombro, uu viejito
con la barba cortada en punta como la de un
Judio, los ojos húocos y relucientes, la sonriza
sardónica, vestido con un jubón negro que
ajustaba tanto & son cuerpo que se pudiera ha-;
ber creído que, era la piel de un negro aun masj
fía,co que él, de la cual ee hubiera hecho un ve
tido. Tal como se presentaba á nuestro arqui-
tecto, el viejito. üo le debía inspirar una viva
simpatía; Sin embargo su observación era
jupta, y elaTtísta reconociendo que en vez da
inventar, no- habitf -sifto recordado, no trató de-
fender su obra, y respondió suspirando : " Es
verdad. " Entonces borró su obra casi conclu-
ida, y empezó otra. Pero apenas'había eu va-
rita trazado en el suelo las primeras lineas de
otro edificio, cuando ! la misma voz chillona,
acompañadle la mistna risa sardónica exclamó^
— ¡ Oh prodigio 1 esto es la misma Cate*
dral de Ke'ims.
— Si, ei, murmuró el artista, mejor hubiera
hecho con quedarmo aqui y no ver nada, pues
no hay verdadero creador éino Dios.
— Y Satanac, murmuró el viejito con vos
' que hieó estremecer el arquitecto.
Pero absorto en un solo,y eterno pensamien-
to, volvió á borrar las desdichadas lineas, sin
«congojarse del logo metálico de esa vos, ,y se
pusó á continuar su obra. Estaba asi ém-
peña^o un cuarto de hora, suavemente arru-
llado por las ajab&nzas de su Vecino, quien
murmuraba & su oreja: Bien, muy bien,
perfecto l" cuando fué. distra^dQ por el sprolni-
dor, .quien le.dijósúbitamente:
>— Parece que V ha viajado butaajte.
— ¿Pofqtté?
~ Porflu«*ffewi< h^ber atravesado la
Ais ? * y v^sto.láj'ranciik, solvió jkw-J^I^la-
teira.'
— ^il# ^4ífst^igl# ,
Cantorbéri.
—r-";— "• ei,; «si
"^orró piteé <tí monumento don su pié, . y cedi-
endo ú^n naovlnikento do impaciencia, se Vol-
teó-hacia «u intürloeuter, pvesenimdsletMi va
rita: ^
~ ¡ Por Dlbs ¡ macijtro, V. qúe^s tan' buen
critico, ¿ no podria acaso reunir el ejemplo- 1
preceptor enseñándome 4 su turnolo qne^uede
liacer ? *
— De buena gana, resp«iídió cí vlejito. eori
su sonriza eterna, al irat®o tiempo «girwtodo
la varka. t
El arquitecto^niso hacerle oaropo, poro ^é!
haciendo tsofihl oto k eabeza qte no, •■•ef ajwyó
con un brazo en el hombro del artista, ¡y ora
el otro, sin; apoyo y oon suina diestra,"eiApczó
úí traxtir en la arena 6trae H.aeas ton atrevió**,
elegantes y córrcotap, que el artista tttittmó
luego: A. . : :
¡Ah! >veo <lnon que somos compo£«*M.<
—Di, respondió barlandose, que tu fefes -
prendiz. yiyo soy maestro.
— Estoy listo á rooonocerlo, replicó «l Arti-
sta con la buenn fé'deV genio, per* para i «feto
quisiera ver algo mas qua lineasmieltss. H
son nada los detalles, >«1 x oon junto es tod . •■■■ '
Tiene tdgo baeno, y so poditíJhieers^o
de tí, dijo el-viejito ; pero no. me< gasta 'iVfci
hacer mas. 4
— ¿Porqué? dijo el arquitecto.
*—Porque éojerías lBtt|ilak u
— iV. pues tione tembienqne ^rt>jir «MU «a-
tedral ?
■ -^Lo ««piro. -i
— Pero cual í w <
—La de Coloña.
— ¿ Como, la n ,íaf
— ? La twyft fo . , , :;(r, „
<Á *. , • . T) " J> ',.4 - ' . .
— Por supuesjto Ifí.mio
—Sí, si das un. pjian.
— Daré uno. : , ;
— Y yo tain^eq- we-
jerú, entre los uos.
El arquitecto M volvió pálido.
— Ah! At ! «clamo bu-
lándose ; te sswMos, t <Mpañero : ¿tÍ#«< >Wicdo
do ser precisado ív érrtíégar el aaoo de-evo1 qao
te mandó el Arzobispo,/y quo.excepto cien es-
cudes, has gastado iuutilméate' en' tu viaje í
^ .'•! Rf.- • v
Francia 6 Inglaterra.
' '* '• :í,1 Al \ i x\é
El arquitecto miró & én> alrededor; *vi^ qr.c
el día acababa, y qne ektaba solo conél vipji^i.
— Oyé, dij¿, noté -Mm iprétolM-'W que
me quedan atptÓMf'Mtaidkw 4e-la pienif qu->
me di5 Monseñor Co ^;:. pero acaba ^ A
iMÍoqm
son tuyos.
Era pues KwMA'k .
ai *mn4 «1 O.íj*I ya
•babtíta tí «'
vs O'' *
El viejit'o
jubón una bolsilla
al artista
ñor «le
Ilvqi
■ ,f' '.-wí uip -jv tas oi 1
.«tHMt M t\ (ecMhtibuift
A
Upcoming Pages
Here’s what’s next.
Search Inside
This issue can be searched. Note: Results may vary based on the legibility of text within the document.
Tools / Downloads
Get a copy of this page or view the extracted text.
Citing and Sharing
Basic information for referencing this web page. We also provide extended guidance on usage rights, references, copying or embedding.
Reference the current page of this Newspaper.
Debray, X. & Lewis, A. A. El Bejareño. (San Antonio, Tex.), Vol. 2, No. 1, Ed. 1 Saturday, January 5, 1856, newspaper, January 5, 1856; (https://texashistory.unt.edu/ark:/67531/metapth178182/m1/1/: accessed April 19, 2024), University of North Texas Libraries, The Portal to Texas History, https://texashistory.unt.edu; crediting The Dolph Briscoe Center for American History.