El Regidor. (San Antonio, Tex.), Vol. 3, No. 130, Ed. 1 Saturday, August 15, 1891 Page: 1 of 4
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San Antonio, Teát, Agosto 16 de 1891.
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PABLO CRUZ,
Editor. Director y Propietario.
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y en donde esto no se consiga, lo
harán en estampillas postales certi-
ficando en todo caso la carta que
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este periódioo, dirigirse 4
Pablo Crují,—,6 8. Laredo St San
Antonio, Texas.
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ponsales para este periódico,
á quienes se les dará el 250 de
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sequiará ningún pedido de sus-
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pañado de su importe.
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TAMBIEN DE LA TIENDA DE
Tabacos, Periódicos,
y Surtido General de
mercería
Situado ol frente del City Hall,
erj la Plaza Militar.
DE BATISTA.
Graduado en el colegio de Sao
Carlos, Facultad de Madrid Espa-
fia, en el afio 1874. Inoorporado
en la Universidad de la Habana y
Medioal col le ge de New York, Ex-
cirujano del ejército espafiol y ex-
aminado por el cuerpo médico de
Examinadores de San Antonio Dr.
Oupples, HeríT y che\v.
con el fin de evitar molestias ¿
los que le solicitan 4 horas irre-
gulares anunoia la distribución del
tiempo que destina al "ejercicio de
la Profesion.
De 8 4 10 de la mafiana y de 4 &
6 de la tarde, visitas & domioilio.
De 10 41 de la tarde y de 8 4 4 de
la misma, consultas en la ofioina.
Todo servioio fuera de esas horas,
ser4'onsiderado como extraordina-
rio.
0Ü0!
Cualquiera de los libros a-
nunciados en este periódico se
enviará por correo al recibo de
su importe. Pidan precios.
R*ago« biográfico* del General y Doctor
IQNACIO MARTINEZ.
Asesinado villanamente ea Lavado, Texaa
al día 8 de Febrero de 1891.—Valen un peeo
DOCE REALES vale cada
retrato de Hidalgo, Juárez,
i, Oca rapo y Guerrero,
con tiempo.
) cha
Cuando tomo en mis manos
un gran diario, cuando recorro
sus columnas considero la di-
versidad de sus materiales y la
riqueza Ue sus noticias, no pue-
do menos de sentir un rapto de
orgullo por mi siglo, y de com-
pasión hácia los siglos que no
han conocido este portento de
la inteligencia humana, la crea-
ción más extraordinaria entre
las creaciones.
T oda vía cora prendo, socieda-
des sin máquinas de vapor y
telégrafos, sin las mil maravi-
llas que la industria moderna
ha sembrado en Ja vía triunfal
del progreso, oruada con tan-
tos monumentos inmortales;pe-
ro no comprendo una sociedad
sin este libro inmenso de la
prensa diaria, en la cual se re-
gistran por una 1< gión de es-
critores, que debían ser sagra-
dos para el pueblo, nuestras
dudas, nuestras angustian,nues-
tras vacilaciones diarias, nues-
tros temores y los grados de
perfe< ción que vamos alcanzan-
do en la obra de realizar un
ideal de justicia sobre la faz de
la tierra.
Yo comprendo hasta la vida
monástica hasta el aislamiento
de un hombre que renuncia á
la dilatación de la inteligeni;it
en la sociedad y á la dilatación
del corazón en la familia, para
consagrarse á Dios, á la ciencia,
á la caridad, la meditación al
ocio si se quiere, en lina de e-
sas islas morales que se llaman
monasterios; pero yo no com-
prendo como ese hombre re-
nuncia á leer un periódico, á
pensar diariamente con el cere
bro de toda la humanidad, á
sentir con el corazón de todos
los hombres, á mezclar su vida
en el océano de la vida huma-
na, viendo correr sobre sus o-
las el viento de todas las ideas.
Los antiguos chinos- teniau
una institución portentosa, una
institución de historiadores.
Encerrados en un palacio cir-
cuido de jardines, se consagra-
ban en silencio á escribir los
hechos diarios con la severa
majestad propia de los jueces
del tiempo, de los dispensado-
res de la inmortalidad. Al la-
do de la dinastía celeste de em-
peradores, se hallaba esta seve-
ra dinastía de los tribunales.
Era más que una magistratura,
era un sacerdocio, y todos los
acataban cotjn'o á los represen
tantesde la conciencia humana
y como á los emisarios de la
divina justidfó. Su ministerio
estaba reducido á grabar en
páginas inmortales, que debían
conservarse como el vínculo de
las generaciones loe hecho*
del *
Jamás pueblo alguno honró á
sus sacerdotes cómo estos pri
raitivos actores de la Historia,
después de hal>er vivido i11 una
infancia eterna, honraron á sus
historiadores.
Pues bien, yo digo que los
pueblos modernos debian de
una manera análoga honrar á
los periodistas. Por estos ex-
cepcionales testigos saben los
rayos de luz que se cruzan en
el horizonte; por estos jueces
llegan en definitiva á tener for-
mado el juicio de la concien
cia humana sobretodos los he-
chos. Importa poco el estilo
calculado en unas ocasiones, la
parcialidad en otras, la injus-
ticia, hasta la mentira, porque
de esa guerra de las fuerzas in-
telectuales resulta la vida to-
tal, como de las sombras resul-
ta la armonía de un cuadro.
Mejor sería que no hubiese to-
dos esos niales, como seria me-
jor que no hubiese ni enferme-
dades físicas, ni desgracias
morales; pero es tan difícil
rectificar la sociedad, como la
naturaleza y sus leyes .ion tan
complicadas como las leyes me-
cánicas del Universo, y á veces
tan fatales.
Y es una fatalidad de orga-
nismo social que encuentre el
progreso obstáculos en las
grandes obras creadas para con
sus errores, y se apodere del
instrumento forjado para des-
truirlo; que sirva mucho á cre-
ar el mundo caliginoso de la
inventiva y á destruir el lumi-
nosísimo éter derramado por
Dios para formar el mundo de
la verdad. Y si un día fueran
llamadas á juicio todas las ins-
tituciones de que tanto se e-
norgullecen todo¡fc los pueblos,
y se presentaran llevando cada
cual en una mano los bienes
(pie han hecho y en la otra los
males, acaso ninguna |>odría
levantarse tan pura como la
imprenta, y ninguna merecería
una bendición más justa de la
conciencia humana.
Obra maravillosa la de uu
periódico, obra de Ciencia y
Arte. Seis siglos no han podi-
do rematar la obra de un pe
riódico. No se pueden medir
los grados de vida, de luz, de
progreso que hay en cada hoja
de coro que formó la prensa.
En él. desde las insignificantes
noticias relativas á les seres
más desconocidos, hasta el dis-
curso que resuena en la más
alta tribuna y conmueve todas
las inteligencias, en él, desde
las sensaciones fugaces de un
baile hasta las obras de arte
que rigen serenas en la inmor-
talidad.
Esta hoja maravillosa que se
llama periódico, es la enciclo-
pedia uue necesita una 'fuerza
incalculable, una ciencia que
es como la oondensación del
lo.
Cuando yo me figuro á Ate-
nas, me la figuro expléndida
con sus legiones de escultores
y de poetas;con sus asambleas,
donde cada discurso era un
himno; con sus cantores; con
aquel teatro que tenía j or fon-
do las ondas del Mediterráneo,
con aquellas procesiones en que
iban las vírgenas coronadas de
flores, danzando al sóit de las
cítaras; con aquellas estatuas
que realizaban el bello ideal
de la hermosura plástica; cou
aquellos juegos olímpicos don-
de los caballos blancos arras
traban en el carro de oro á los
guerreros armados de sus lan-
zas, como Júpiter del rayo;con
sus escuelas en que se aprendía
al mismo tieiu|>o la metafísica,
la gimná ¡a, la música, la geo-
metría, con toda su vida que
era el culto diario de la hermo-
sura y del arte. Pero jah! me
entristece aquello civilización,
vi que no tuviera periódicos,
pues poi el periódico dejamos
de ser miembros de una ciudad
para ser ciudadanos del inun-
do.
Nuestras ideas son como los
átomos de aire en que respiran
nuestras almas; son como la
atmósfera moral del globo. Es
necesario medir toda la digni-
dad de este misterio para po-
der ejercitarlo con toda su ma-
jestad y con toda su grandeza.
Es uno de los mas sublimes
que puede ejercer el entendi-
miento humano.
Obreros de la imprenta, es-
critores modestos y oscuros, no
habéis podido medir nunca to-
da la importancia de vuestra
obra, |>orque habiendo nacido
en medio de ella, la conside-
ráis en viu stra modestia como
una parte de vuestro mismo ser.
Pero ¡ah! sin vosotros, los hom-
bres ilustres se perderían, las
glorias mayores serían como
las campanas sonando en el va-
cío. Vosotros lleváis á los do-
loridos, h los desesperados, las
esperanza- de todo. Vuestras
plumas son los hilos eléctricos
que unen las regiones del pla-
neta.
Emilio Cabtklak.
Noticias Varias.
—Dé uno de nuestros cole-
gas extractamos las siguientes
noticias referentes á la Expo-
sición Universal de Chicago,
que tendrá verificativo el año
de 1898.
—El comisionado especial
del Departamento latino-afne-
ricano de los Estados Unidos,
dice que' á pesar de los tras-
trastornos sufridos por el go-
bierno chileno á consecuencia
de la revolución, oontinüa
haciendo preparativos para
tomar parte en el Certamen
dará muestras de vinos más
de veinticinco compañías vi-
tículas, y las clases de mine-
rales serán numerosas.
—El Estado de Texas va á
erigir en los terrenos de la
Exposición un edificio que
será el mas grande entre los
que erijan los demás Estados
de la Union Americana, y se-
rá construido al estilo de las
misiones españolas.
—El teniente de la Marina
de los Estados Unicos, Sr.
McCarty Little, muy inteli-
gente en conocimientos nava-
les, ha sido enviado á Espa-
ña por órden del Presidente
Harrison para atender perso-
nalmente á La construcción en
aquel país de un fac-símile
correcto de la carabela Santa
Maria en que Colon se embar-
có. El objeto es conseguir uii
duplicado tan igual al origi-
nal como sea posible, y tripu-
larla con marineros que lle-
varán trajes como los que se
usaban en aquel tiempo. El
equipaje de la nave será tam-
bién el mismo que se usaba
en tiempo de Colon. Llevará
á bordo copias exactas de las
mismas cartas de marear que
llevó consigo el gran navegan-
te y fac-símiles de sus instru-
mentos náuticos, y á fin de
imitar toda la verdad históri-
ca, será tripulado con igual
nümero de hombres, llevando
entre los tripulantes á un in-
glés y á un irlandés, que re-
presentarán á William Harria
y Arthur Lake respectivamen-
te, quienes acompañaron al
gran explorador en su primer
viaje.
Este curioso barco que imi-
tará con todo al original de
que va á copiarse asi como en
su equipo y tripulación hará
su primera aparición en la ba-
hía de Nueva York cuando se
efectüe la gran revista naval,
donde será saludado ruidosa-
mente por losgigantesoos cru-
ceros que representarán allí
las enormes y modernas ar-
madas del mundo. Termina-
da la revista, el representan-
te del gobierno Espafiol hará
entrega formal de la nave al
Presidente de los Estados U-
nidos, y será remolcada hasta
Chicago donde se verá como
una de las mas interesantes
curiosidades de la Expoeicion.
—El Sr. H. C. Payne, <xv
misionado especial en México,
cree probable la asignación
de la suma de $750,000 para
el departamento mexicano, y
que nada remoto será que esa
cifra sea aumentada á la res-
petable suma de dos millones,
fundando sus cálculos el refe-
rido Sr. Payne, en que Méxi-
co al principio asignó..
$400,000 para los gastos <
departamento de Méxioo
Paria y en todo el
m
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Cruz, Pablo. El Regidor. (San Antonio, Tex.), Vol. 3, No. 130, Ed. 1 Saturday, August 15, 1891, newspaper, August 15, 1891; San Antonio, Texas. (https://texashistory.unt.edu/ark:/67531/metapth192929/m1/1/: accessed April 18, 2024), University of North Texas Libraries, The Portal to Texas History, https://texashistory.unt.edu; crediting UT San Antonio Libraries Special Collections.