El Regidor. (San Antonio, Tex.), Vol. 2, No. 73, Ed. 1 Monday, June 16, 1890 Page: 2 of 4
This newspaper is part of the collection entitled: Texas Digital Newspaper Program and was provided to The Portal to Texas History by the UT San Antonio Libraries Special Collections.
Extracted Text
The following text was automatically extracted from the image on this page using optical character recognition software:
LA
'"jl
negociante en
s, Pastura. Ojalateria, Cristalería y Productos del País
tidor hallará un abundante anrtido de vieres & jprecios bajos.
kbquina de lab calles labkdo y comercio.
aletzap,
Bota , Zapatos, Botinear*Chinelas, Indianas, Imperiales, Som
breros, y Ropa hecha de todas clases.
Ferretería, Horcerlr, Medicinas y Abarrotes.
PreGios reducidísimos y vbiiíqs al contado.
SANTA CRUZ, DUVAL CO., TBXA8.
>0Z<3PÍ©
Calle de Laredo al Sur, l\lo. 11.
Zapatería Mexicana.
8o úsanos mejore materiales, importados y del Pa«¡
- @J. /?. ©anta,
JOYERO Y RELOJERO.
• • • 1
Ofrece sus sorvicios ai público, garantizando satisfac-
ción en la compostura de relojes finos y corrientes.
En el RflN¡0 DE JOYERIA puede hacer todo ¡o
que se desee a precios rr,odiaos
NÚM. < CALLE LAltEDO, al Sur. San Antonio, Te*.
OiV-1 [«T*
pasta: ebia 7 abarrotes.
acreditado establecimiento *Mk borari con el mayor esmero y limpíela, la* in«*jor
harinas do este mercado, y so dá ¡ijual ó muy r cantidad de pan por «•! mUtno precio que en
4>tri s panaderías.
También tienu siempre un vuriiuki surtido do metate*, loza de barr í, molino , molcajetes
peinq , etc., etc.,
Los efectos Mexicanos y dll l\ú , los wndt'& precios reducidla mus.
NüM 8 Calle Laredo al Sur. - SAN ANTONIO, TEXAS.
ZRPRT
Bl
: m e xic n n h:
638 Calle «leí Comercio, San Antonio, Tex.
+&Se ejecuta toda clase de obra fina y corriente.-4+
— Ptccios Módicos.—
Especialidad erj el calzado de medida.
Matias Rubio.
iirwiiWE
)
tiran
C. PORFIRIO DIAZ.
MESA QWHq y BUEN JEptO.
ALEJANDRO CANALES, propietario.
aeá /le t/e
HtllCá.
K1 mejo;* métod > con pronunciación figurada para aprender el idioma in-
glés, sin maestro.—Está 4 la vont* en ésta imprenta.
VENDEMOS
Los libros siguientes:
iuei) Mozo y Jfolditas seaq las Mujeres.
11 'I f ^ ' ** v'''T'ti*
María U*t*aoa y Mabrí, F*op
628 ¡CALLE DEL COMfiWIO AL O.
Kn cate lugar añeramente recompnesto, se garantía* limpie** *
en el servido.
versión éépa
* .. POR „ „
* Arthur A. Matthiy.
—Hace cuatro años que nos a-
mamos, sin que la mas ligera nu-
be haya empañado nuestro afecto,
que uo es enteramente legal—a
fiadió simulando un suspiro,—pe-
ro, ¿quién es dueño de su cora-,
zóu ? Y cuando se encuentra en
la vida un ser superior como vos,
á quien nada resiste, ¿cómo uo al-
canzrr indulgencia para «ts erro-
res?
—Cierto, cierto—exclamó el se-
ñor Dalifroy halagado en su va-
nidad.
✓—Por esto mismo be tratado de
ateuuar mi falta, elevando en lo
posible el sentimiento que me ins-
piráis, y sacrificándome en todo lo
que yo pueda.
— !Sois una mujer adorable!
—xTodo lo que yo he hecho pol-
vos, por haceros dichoso uo « s lo
bodréis jamás figurar! pero qui-
siera hacer más todavía.
—¡No me l e quejado nunca!
dijo tomando su mano.
—Es verdad; pero hay (lias en
que me digo que esta posición es
.falsa, que no puede durar eterna-
mente ....
El futuro magistrado se estre-
meció.
—¿Pensará en un rompimien-
to?--^* dijo.
Y esta idea le mortificaba, no
tanto por concluir con aquella
mujer, cuanto porque viniendo de
ella hubiera herido su amor pro-
l,io- * > ¡
—No comprendo á donde vais
á parar
1 # \
—Marcos, se dice que el amor
es egoista, y no es verdad, al me-
nos en lo que á mí me concierne.
Cuandose mi de veras,se anhe-
la sólo la dicha del objeto amado;
yo siempre he soñado para vos
las más altas posiciones, la fortu-
na, y too quisiera nunca ser obstá-
culo á vuestro porvenir.
,—Yo os aseguro, Athenais, que
no adivino...
—Marcos, tenéis treinta y dos
años, sois hombre formal, ambi-
cioso, y tenéis razón para serlo;
pero vuestra fortuna no es la que
debía ser; necesitáis casaros.
Casarme!-dijo el señor Dali-
froy turbado ante éste ataque
que respondía á su más íntimo
deseo.
—¡No me interrumpáis, amigo
mío! necesitáis casaros, y desde
que os conozco sé que este día ha-
bía de llegar más pronto ó más
ta "de. Confieso que la idea me ha
mortificado mucho; pero os amo
lo bastante para sacrificarlo todo
á mi deber; sed sincero conmigo,
confesad que vos lo deseáis sin a-
treveros á decírmelo.
«-Hay algo de verdad en lo que
dec^s—repuso el señor Dalifroy
arrastrado por la sencillez de es-
ta expM^cion,—pero yo renuucio
á todo con tal de no separarme
de vos. ,« i
—-No hablemos de mí, no com-
prenderéis jamás de todo lo qua
e; cap.iz mi cariño. No soy una
de esas mujeres egoístas que su*
getan á su amante con cadena de
hierro; además estoy casada y no
legitima. Mirad, pues, en
una amiga llena de Abnegación
e comprende las elegancias d
vida y se somete indias con tal
de que no le arrebatéis del todo
vuestro corasóu.
* Athenais, sois una mujer su-
perior, y ninguna otra'os reem-
plazará nunca en mi cariño. Yo
he admirado siempre la pruden-
cia de vüestra conducta, y la in-
teligencia que dirige vuestras ac-
ciones. ..
—De todo eso tengo necesidad
para mi sacrificio, y no lo liaría
sino por un hombre como vos, ca-
paz de comprenderlo to^oy dea-
preciarlo todo. ¡De un hombre
como vt>s, la amistad, sólo la a-
mistad, hace dichosa á una mujer!
—sVeo en efecto, hija mía—ex-
clamó el señor Daiifroy trastor-
nado por tales alabanzas,—que
sois una mujer superior, y delan-
te de vos puede pensarse en voz
alta. Hablis comprendido la si-
tuación. Tengo necesidad de ca-
sarme con una mujer rica, que me
ayude á hacer mi carrera, porque
mi sueño, como sabéis, es entrar
e i la magistratura, y un magis-
trado debe de tener hogar, fami-
lia.
—¡Esa es mi opinion!—mur-
muró duTc 'mente la hermosa ru-
bia,
r-¡Yo vacilaba, temía afligiros...
—Más me afligiría no merecer
toda vuestra confianza; vuestro
interés, vuestro porveuir, son pa-
ra mí lo primero....
—Pero os diré que el matrimo-
nio á mis ojos—prosiguió el se-
ñor Dalifroy,—y en las condicio-
nes en (pie nosotros et tamos, ten-
dría que ser un negocio (pie uo
me estorbase para nada....
—¡Y pensáis bien!
-^Ya sabéis que las mujeres
me merecen poca estimación...
¡excepto vos! No quisiera, pues,
una mujer que estorbase mi vida,
que pesara en ella con su influen-
cia. Yo creo que en el matrimo-
nio el marido es el todo, dueño
absoluto en la expresión más lata
de 1 palabra.... No quiero ser
discutido ni dominado, y esto, co-
mo comprendéis, es muy dsficil,
hoy sobre todo, que tan mal edu-
can las madres á sus hijas. Ade-
más, los padres, al casarlas, quie-
ren asegurar su independencia,
sus bienes...
Y al decir esto, se levantó con
enojo.—¡Os digo que es muy di-
fícil elegjr mujer!
Athenais le escuchaba en silen-
cio y decía sin duda para sí:
¡Ser tu arnaute es tolerable,
pero me dejaría ahorcar antes que
ser tu mujer!
—Todas quieren' lujo, diver-
siones. . .el marido para nllas es
un amigo ó un bauquero; se can-
san dsl primero y explotan al se«
gando.
Dió un paseo porda estancia y,
volviendo; al ladorde su ainada,
dí#::
—Vo hablemos de ello, y sigan
las Cosas como están: vos no me
habéisVpaieeido nunca más adora-
ble, y, comparada con vos, no
puedo encontrar mujer alguna.
Hemos olvidado decir que A-
thenais, como mujer inteligente,
había elegido para esta entrevis-
ta el momento que precediájá un
gran baile: estaba, pues, armada
que
resaltar todos sus
ue dejiba desnudos sus
hombros y sus torneados 1
fascinando así á su
por eso en el momento en qi
señor Dalifroy fijaba en ella
mirada apasionada, le dijodul
mente y en voz baja:
—N¡Con eso cuento, nosotros
amaremos siempre!
i xxvj; J'
Él señor Dalifroy tenía el
dor apasionado de muchísit
hombres de aspecto frío y gl
Era semejante al glotón
proponiéndose pasar por sobi
en el mundo, se aprovecha á
solas y se atraca en sus horas
aislamiento.
Athenais'conocía muy bien
temperamento de su amante y i
bía burlarse de él cuando le coi
venía, mucho más por lo rnisi
que no era de los hombres que
lanzan al terreno delasaventui
Athenais representaba para
todas las alegrías, todos los gi
tos.
i Y donde creéis que put
encontrar la mujer que me h«
falta?—repuso volviendo al tei
principal de la con versación .i
busco y no encuentro; unas t
nen la fortuna, pero me aterra
carácter; otras no me convient
Viajo el punto de vista moral,
mí me gustaría uua mujejujquj
diese prestigio á mi salón, sin
presentar en él ningún papel ii
portante. ¡Ya veis que pido
si imposibles! —
^-Es verdad, pero yo que
intereso mucho por vos, bu«
también y c eo haber anconti
—¿Es posible?
—¡Y tanto! La persona
quien pienso—dijo acercánd(
con interés á su oído,—es ri<
muy rica, tiene sesenta mil libri
de renta...
—No es demasiado... pero
contentaré.
—¡Es huérfaua!
—Excelente.
r-Y desde hace mucho tiemi
e k
de modo que no ha podido suí
l is influencias de la familia qi
temáis: desde hace seis años viví
recogida en un convento;
—Eso me agrada.
—No sabe natía de la vida.
Yo la enseñaré lo que la
ga falta saber.
Es de un carácter dulce, s
i T * ' -
iniciativa.
—Así me conviene.
—Qus será en vuestras
blanda cera «pie se amolde
forma que le queráis dar.
—¿Y quién es esa prodigio!
—Andrea Mareelin, la pu|
de mi marido. ' «
—¡Al ! en efecto, he oíáo
blar de ella varias veces. v.]
no la he visto nunca.
---Tiene dies y ocho
1 j •. ,
da,... ¡demasiado quisas
competir con ella!
•«-Athenais, Uo tenéis nada
temer. ' • •
---No está añn desarroll
ro sé desarrollará, y entoi
•••Bien sabéis que me
las rubias. 1
^-•Bsfc joven, Como oe
pende4 dé mi marido, es
y
deis que por influenci
rá.todo lo.que nos <
Upcoming Pages
Here’s what’s next.
Search Inside
This issue can be searched. Note: Results may vary based on the legibility of text within the document.
Tools / Downloads
Get a copy of this page or view the extracted text.
Citing and Sharing
Basic information for referencing this web page. We also provide extended guidance on usage rights, references, copying or embedding.
Reference the current page of this Newspaper.
Pablo Cruz Y Cia. El Regidor. (San Antonio, Tex.), Vol. 2, No. 73, Ed. 1 Monday, June 16, 1890, newspaper, June 16, 1890; San Antonio, Texas. (https://texashistory.unt.edu/ark:/67531/metapth192884/m1/2/: accessed April 19, 2024), University of North Texas Libraries, The Portal to Texas History, https://texashistory.unt.edu; crediting UT San Antonio Libraries Special Collections.