La Prensa. (San Antonio, Tex.), Vol. 2, No. 82, Ed. 1 Thursday, September 3, 1914 Page: 3 of 8
eight pages : ill. ; page 20 x 14 in. Digitized from 35 mm. microfilm.View a full description of this newspaper.
Extracted Text
The following text was automatically extracted from the image on this page using optical character recognition software:
DESTIERRA EL DOLOR
Kl ¡rran mata-dolor. "Aceite Relarr.pago de HUNT."
Esta adrr.irahie medicina ha>-e más que cualquiera otra preparación para
a.viar r. •!<>!• r. A • úa violentamente con resultados tan expléndidos que
cada ¿-a iet -ría conservarla a mano Suaviza v quita ¡a molestia v el do
-.it.¡.> . i preventivo-.-ontra ¡as Llagas. Cortadura;- traspones e irríta
i :or.' . K iíeumatismo. la Neuralgia los Dolores de ''ahezay los Dolores
de Espalda s« '¡uitan prontamente
' nu ¡ • na. -?r - rr : hantes escribe: "Me causa el mavor placer informar
a i a • roa de as mara i ¡I< -;as cualidades de! "Aceite Relámpago de Hunt.
(Hum's í-ijrr.tr; ns j. > :■=»'• en mis manos después de habérmelas quema
do a" - : un :>e-i : • h - rro ardiendo. Me apliqu»- el Aceite en abunuan
ri.i y '-n .n término de tres días mis manos estaban completamente buenas
dar. i ••• \>r. siguiente un ziivio como jamás lo hubiera creído. Me siento
c<>n ' • ■■ Jer de 't.)r.:ar este testimonio para beneficio de la humanidad en
ra.. a m»»n :■> se dan cas»- di quemaduras sin que se sepa la ma
nera do encontrar a!:-. :o
l>-t venta e*j toias las i'armacias y droguería? ie reputación a! precio de
2- •• > .Vi cts. ota.¡a. ■'> enviamos uirectamente por correo al recibo
ie >•. : recio en •■na: pillas de correo o giro postal.
ES» KlilA POR NUESTRO I.I3RO GRATIS DE CANCIONES MEXICANAS
A. 8. Richards Medicine Company.
SHERMAN. TEXAS.
Artículos Religiosos
De Venta en la Librería de Ignacio E. Lozano
ORACIONES
a 5 centavos cada una.
Nuestra Señora de Guadalupe
Santo Niño de Atocha
San José
Las doce verdades del mundo
Santísima Trinidad
Santa Elena de la Cruz
Piedra Imán
La Magnífica
Sombra do San Pedro
Justo Juez
Señor de ¡a buena muerte
San isidro labrador
San Cipriano
15 minutos en compañía de Jesú
Sacramentado
Los cuatro Evangelios
Nuestra Señora de Monserrato
NOVENAS
a 10 centavos cada una.
San Antonio de Pariua
San Camilo de Lelis
Trido a San José
San Ber.ito de Palermo
Ntra. Sra. de ¡a Cueva Santa
Purísima Concepción
Medardo y Giidardo
Santo Niño Cautivo
San Agustín
Santa Elena de la Cruz
Sagrada pasión y muerte de Ntn
Señor Jesucristo.
Ntra. Sra. de la Merced
Ntra. Sra. de la Luz
Ntra. Sra. de los Doiores
San Luis Gon^aga
San Juan Nepomuceno
Ntra. Sra. de Lourdes
María Magdalena
Destierro de ignorancias
San Rafael
ESTAMPA NEGRA
Tamaño OV2 X 13
a 15 centavos cada una
La divina Providencia
San Benito de Palermo
San Ignacio de Lo\ ola
Nuestra Señora de los Dolores
Santo Niño Cautivo
San Francisco de Asís.
Ntra. Sra. de Monserrato
San Isidro Labrador
Las Animas Benditas
San Juan Bautista
El Buen Pastor
San Bonifacio
La Sombra de San Pedro
Sun Camilo de Lelis
San Cayetano
San Antonio Abad
San Juan Nepomuseno
Sagrado Corazón de Jesús
Señor San José
San Cristóbal
San Luis Gonzaga
San Miguel Arcángel
s Ntra. Sra. del Carmen
Santa Elena de la Cruz
San Joaquin
San Expedito
Divino P.ostro
MILAGROS para promesas.'
Ojos cuerpos brazos piernas
etc. etc. Garantizados de plata.
75 centavos cada uno.
ROSARIOS.
Rosarios blancos de concha
muy elegantes $ 0.50
Rosarios blancos imita
ción de perla " 0.30
Rosarios negros imitación
). decoco.^.. "0.25!
Rosarios chicos propios pa
ra señoritas y niñas " 0.20 ¡
HISTORIA SAGRADA. Este li-\
bro es una soberbia recopilación
dei Antiguo y Nuevo Testamento.
En él está escrita 1a complicada
historia del pueblo de Israel y
pinta las figuras de Patriarcas y
profetas viéndose claramente có
mo se prepara el gran suceso de
de la venida del Mesías vaticina
da para !a plenitud de los tiem
pos $2.00;
NOVENA del Santo Niño de.
Atocha 15 centavos cada una.
NOVENA y triduo de Nuestra
Señora del Perpetuo Socorro 20
centavos cada una.
Háganse ¡os pedidos acompañados de su importe a
IGNACIO E. LOZANO.
607 Dolorosa St. San Antonio Texas.
SUSCRIBASE USTED A "LA PRENSA".
f LÍTERÁT ÜRA ~Y VA RIE DA DE S. j
¿ Y
f ~ — - —- bi^íwí rawR ibío» aaaac» ezasssn oom kxssjwi fts&sn nkimi saí
LA CRUZ NEGRA.
Acalx) Me verla tan borrosa
tan chiquilla en la encrucijada
y por uno de esos fenómenos re
flejos de la sensibilidad que difí
cilmente podrían explicarse y
que son una de las miserias de
nuestro ser su vista me apretó
el corazón Y sin embargo la
persona cuya muerte conmemora
esa cruz de palo érame tan indi
ferente como la hojarasca que el
último otoño arrancó del casta
ñal y que hoy se descompone en
la superficie de la tierra labradía.
Era una mendiga—la mendiga
de la encrucijada que formaba
parte del paisaje por decirlo así.
—Sentada a la orilla del camino
con los pies descansados en la cu
neta el cuerpo descansado en el
cómaro mullido de madreselva y
zarzarrosa; allí estaba en todas
las estaciones y con todas las
temperaturas. Que e! sol tosta
se que bufase el vendaval que
la lluvia encharcase los baches de
la carretera la mendiga inmó
vil sin más protección contra la
intemperie que uno de esos enor
mes paraguas escarlata de al
godón. con puño de latón dorado
que en el país suelen llamarse de
familia.
Raro es el me-ndigo que no tie
ne distingos de vagabundo. Mo
verse trasladarse es género de
libertad v los pobres estiman mu
choel sumo bien de ser libresHas
ta los semihombres q' carecen de
piernas lagartean velozmente so
bre las manos: hasta los paralíti
cos. en un carro se hacen zaran
dear. Una iniquidad un dan
tesco espíritu aventurero suele
hurgar y escarabajear a los men
digos. La de la encrucijada por
el contrario pertenecía al núme
ro de los que se pegan como el
liquen a las piedr?s o como el
insecto al rincón sombrío dor de
no le persigue nadie. Dos razo
nas podrían explicar su carácter
estadizo: tenia más de ochenta
anos y no tenía ojos.
Digo que no tenía ojos y no a
secas—que era ciega. —porque en
el sitio donde los ojos f-e abrirían
aiiá en las o:vidadas juventudes
solo se veían dos encarnizados
huecos. ¿Qué trajedia o que
horrible padecimiento recordaban
aquellas cuencas vacías que el
cristalino globo anima aún apa
gado: Jamás se lo preguntamos
ni probablemente nadie lo quiso
saber. No agradaba mirar de cer
ca los agujeros rojos que el pa
ñuelo de algodón cubría disimu
lando también en lo posible el res
to de la cara piegada por mil
arrugas y bajo cuyo pergamino
endurecido recurtido por las in
fluencias del aire libre se adivi
naba exactamente la forma de la
calavera. Las manos siempre
extendidas eran un haz de zar
mientos y negruzcas temblonas
ya no aterraban el paraguas: éste
se sostenía por medio de uno de
esos puerilmente ingeniosas apa
ratos que solo la pobreza discu
rre y que hacen sonreír como las
invenciones de los salvajes....El
cuerdo carecía de forma; 'cómo
adivinar lo que envolvían tres o
cuatro reíajones de bayeta una
compacta trapería de coloras muer
tos. secos que en Agosto y en
Enero cubría la mendiga de la
encrucijada?
Pasábase las horas silenciosa
aguzado el oído que a larga dis
tancia percibía les cascabeles de
los coches y e! trote de los caba
líos. Se necesitaba gran destre
za para arrojarla una moneda que
recibiese y lo más acertado era
tomar la resolución de apearse y
colocársela en la mano. Si la
moneda caía entre el polvo o en
las zarzas perdida para !a men
diga infatigablemente. La apro
vec'narian los gclñtos de aldea
que siempre están traveseando
en la carretera a fin de agarrar
se a la zaga de los carruajes y dis
frutar del inefable placer de ir
quince minutos en la posición
máe violenta para que los coche
UNA CITA EN EL CIELO.
En la noche del día de mi santo
A Londres me escribiste:
"Mira la estrella que miramos tanto
La noche en que partiste."
Pasó la noche de aquel día y luego
Me escribiste exaltada:
"Uní en la estrella a tu mirar de fuego
Mi amorosa mirada."
Mas todo fué ilusión: la noche aquella
Con harta pena mía.
No pude ver nuestra querida estrella
Porque en Londres llovía.
CAMPOAMOR.
ECO TRISTE.
Dios mío
¿Para qué hiciste
Estos rayos de luna
Este cristal azul del firmamento
Y este blanco cri3tal de la laguna?
¿Para qué hiciste e¡ viento
Que solloza y se queja entre las cañas;
Y estas estrellas de oro
Que me miran con llanto en las pestañps?
Dios mío
¿Para qué hiciste
En las almar nacer tantos anhelos
En ios campos risueños tantas flores
En el aura sutil tantos rumores
Tanto lirio de luz sobre los cielos?
Dios mío
¿Para qué hiciste
Los gérmenes brotar?
Mi alma te invoca:
No la culpe? Señor: está muy triste
Perdónale un instante! ¡pobrecita!
Tú lo sabes muy bien es flor marchita
Sin perfume y color. La primavera
No volverá jamás y entristecida
Se arrodilla ante tí.
Pero Dios mío
¿Porqué hiciste la vida?
Tú eres sabio eres bueno;
Eres tres veces santo:
Pero dime mi amor ¿cor qué pusiste
En este agrio peñón tamos abrojos
Tanta espina en ta flor y t ;nto llanto
•» En las ramas de! sauce y en los ojos.
RICARDO NIETO.
?
ros les apeen de un trallazo. Estes
gorriones solían comerse el pra
I no de trigo ofrecido a la mendi
I ga: a no ser que viéndoles sus
¡madres les gritasen indignada < !
pro'.tas al estregón de orejas!;
!' —iTener vergüenza! ;Eso es i
de la malpocada!
La malpocada por su parte |
no reclamaba nunca. Al percibir
¡que la echaban limosna que tai
recogiese o no en el hueco de su ¡
regazo daba laa gracias lo mismo!
con interminable retahila de benj
diciones y plegarias en que salían ¡
¡a relucir Nuestra Señora los an-!
¡ gelitos del cielo el bien aventu-j
rado Santiago Apóstol el Santí-j
¡ simo Sacramento del Altar las!
nobles almas que se compadecen ¡
de los desdichados los caballeros |
i generosos toda la retórica de la
j pordiosería aldeana. Yo no sé
í por qué esta retórica en la des
:dentada boca obscura sonaba
con sinceridad humilde y la in
diferencia ante la moneda olvida
da muchas veces entie el polvo1
del camino daba mayor fuerza a j
i la presunción de que la mendiga
era verdaderamente una pobre
de Cristo un ser que cree con
toda su alma que al que pasa y la
arroja una mísera suma es al
guien que realiza nada menos que
¡ una obra de caridad....
La hubiésemos sorprendido mu
cho: hubiésemos escandalizado su
espíritu su manso espíritu de Ve
nezuela desvalida si la dijése
mos: "No somos egoístas fero
ces. Porque pides y porque te da
mos una mezquinidad ya cree
mos sancionado el hacho que de
biera ser inaudito de que una
mujer ciega de más de ochenta
años esté como tú estás abando
nada desechada en la cuneta del
camino sin lazarillo sin un pe
rro siquiera! ¡Ya creemos legíti
mo pasar con tilinteo de cascabe
les con golpeteo de cascos de ca
balios entre remolinos de polvo
y dejarte ahí lo mismo que si
fueses un enmohecido pedrusco
sin saber a dónde te recogerás
cuando saltea la luna qué reparo
aguarda en tu débil estómago ate
rido de frío qué manta cubrirá!
tus áridos huesos! ¡Y todavía nos j
lanzas bendiciones y te deshaces!
en manifestaciones de grati- j
tud! Todavía tu acento que pa
rece balido de oveja nos sigue y ¡
nos acompaña y resuena hasta!
que trasponemos los vetustos cas
taños los que acaso te vieron1
bailar mocita a su sombra!
Por eso la desaparición de la
malpocada a quien sustituye la
tosca negra cruz tuvo para mí no
sé qué de trágico algo que remo
vió cenizas y ascuas de senti-
miento.... confuso dormido pero j
capaz de despertarse y de con ver-l
tirseen la iníínitapiedad suscitada
por el espectáculo del infinito do
lor. Acabamos de dejar atrás los
corpulentos castaños; el sol decli
naba encendiendo al soslayo con
toques y vislumbres de cobre lim
pio el pelaje de las vacas y los
recentales juguetones que agui
joneaba un aldeano de retorno
sin duda de la feria. El aroma
penetrante ambiguo de la flor
del saúco se confundía con el olor
insulso del polvo removido por las
pezuñas del ganado. Un auto
móvil amarillo cruzó como alma
que el diablo lleva soltando va
hos de gasolina. ¡Un automóvil!
¡Si viese aún la malpocada! ¡Có
mo pedir limosna a quien vuela
en automóvil!
Y la cruz negra de repente la
cruz que me había comprimido el
pecho me pareció consoladora
buena. Era otra súplica de la
ciega... "Por amor de Dios... j
acordaos todavía de mírezad."Y*
entre el silencio campestre alto
y religioso que había sucedido al
paso de la máquina endemoniada
y al correteo de los becerrillos
desmandados de susto se me re
presentó otra vez la mendiga en
pie al lado de la cruz negra. Las
cuencas de sus ojos yanoestaban
vacías: en ellas brillaban unas
pupilas azules espléndidas con;
limpidez de zafiro. Su vestimen
LA MECEDORA.
i
i Rendido en ella el cuerpo pe
rezoso al acompasado vaivén fin
i ge la imaginación fantástica tra
I vesía por mares ideales. Como
i en cuna de niño mecida por ma
; dre amorosa descansa en ella el
: cuerpo postrado débil como ni
I ño enfermo mientras el espíritu
j vela sobre él arrullándolo con ma
ravillosos cuentos de hadas y ge- i
nios bondadosos.
¡Alentada sin vuelo vaivén sin
avance peregrina aventura del
; caballo Clavileño a cargo de la
I imaginación!
No fué seguramente en mece- j
i dora donde se concibieron por
: hombres de voluntad enérgica
| planes trazados con segura deci
| sión para ser realizados punto por
punto como fueron concebidos.
La mecedora no es asiento dej
i conquistadores ni de hombres
| prácticos ¿Quién se figura un
¡Napoleón en mecedora? Marco
Antonio perdió el imperio del mun
do por meterse en el Bucentauro.
mecedora de oro marfil y cedro
I con velamen de púrpura y corda
i jes de seda y oro que usaba C eo
patra para mecer al "imperato
ri" sobre las aguas azules de los
¡ mares de Egipto.
Columpio de soñadores de poe
tas a su vaivén los pensamien
tos no se fijan en el cerebro con
pesadez abrumadora: antes pare
ce como si aligerados se escapa
ran: y fuera de él revolotearan
alrededor refrescando su frente
al vuelo suavísimo.
Un autor a la moderna podía
atreverse a recitar el monólogo
de "Hamlet" en mecedora. La
propiedad arqueológica es lo de
menos en las obras eternamente
hi¡ manas.
En la mecedora palidecen las
resoluciones más firmes pierden
1 el nombre de acción y en pensa
1 miento mueren. Versos que ja
más hallarán versos que rimen
con el ¡os. notas que jamás forma
rán acorde colores y figuras que
nunca se unirán en el cuadro
amores no declarados buenas in
tenciones que irán a emprender
en ei infierno en mecedora na
cistéis y el camino de vuestra vi
da sólo fue un vaivén del pensa
miento ¡Ser y no ser! ¿Y de
este modo en un vaivén del pen
samiento morirán para siempre
sueños del alma vida suya...lo
mejor de nuestra vida acaso?....'
¡Qué mejor paraíso para el alma
que la resurrección de sus sueños
de cuando nació en «¡ alma y en
ella murió a los vaivenes perezo
sos de la mecedora!
II.
Estaba yo sentado en una me
cedora frente a un espejo de cuer
po entero y "ella"' detrás de mí
apoyada en ei respaldo de la me
cedora con leve esfuerzo me co
lumpiaba dulcemente.
El espejo reflejaba su imágen
alejándola de mi vista duplicaba
la distancia: y mis ojos la mira
ban allí en el espejo complací- ¡
dos en la lejanía sin volverse a(
mirarla cerca a mi lado donde ;
su aliento suspiraba donde sus
manos me acariciaban....
De pronto dando risotadas co
mo una chiquilla traviesa soltó
la mecedora con fuerte impulso y
se plantó delante de mí ante el '
espejo....y se sentó a mi lado de
espalda a la luna y todavía la bus 1
caban mis ojos en e! cristal
allá lejos mientras su risa sona
ba en mis oídos como cristal roto
de copas que chocan en alegra
brindis de amores.
Jacinto Benavente.
■ ' (
i
ta era blanca: y alrededor de su
cuerpo derecho casi gallardo ¡'
clareaba un halo de luz los oros 1
en fusión del poniente y ¡a plata 1
que vierte la luna nueva. ...
Y si no existiese esa región
misteriosa donde te han engasta- ]
do otra vez los ojos en Ihs órbitas
y donde tus andrajos son blancu-
ras ¿qué excusa qué explicación 5
tendría para tí este mundo veje- <
zuela cuyo monumento es esa ne- ¡
gra cruz desbastada a hachazos (
por un carpintero de aldea y que
en el próximo invierno pudrirán
las lluvias? !
Emilia Fardo Bazán.
LA BROCHA DE ORO.
En esta conocida peluquería hay ba
ños de regadera y de tina. — Agua fría y
caliente.
20f S. SANTA ROSA AVENUE.
San Antonio Texas.
PESQUISAS.
Se desea saber el paradero de la Sra.
Cuca Martínez curandera de 82 arios
de edad oriunda del Saltillo. Tiene
un hijo adoptivo ilamado Joaquin Iba
rra Hace C añcs estaba en Day City
Texas creyéndose que salió rumbo a
San Antonio. Se gratificará ron UN
PESO a quien dé informes suyosa con
esta dirección: Sr. Gerónimo Martínez
Encinal Texas
Já-20-27-3
Deseo saber el paradero de mi
cuñado Indalecio Paredes y de
mi hermana Petra Alanís que en
190f) trabajaban en la Hacienda
de La Luz jurisdicción de Lina
res Nuevo León sabiendo últi
mamente que iban para El Solda
dito Tamaulipas. Daré un año
de suscripción a LA PRENSA a
quien me informe de ellos. Di
rección: Emilio Alanís.— R. 2.—
Box 51.—Cedar Creek Texas.
12-20 27-3.
Deseo saber el paradero de mi
hermano Manuel González que
en Agosto de 1913 salió de Pecos
Texas para Roswell Nuevo Mé
xico. Daré unasuficripción a [a
LA PRENSA y cinco pesos a la
persona que me dé informes su
yos con esta dirección: Sr. Ca
siano González.—Hester Okla
homa.
13 20-27-3
Se desea saber el paradero de
Esteban Tobías hijo de Ildefon
so Tobías y Matiana Saucedo
oriundos del Rancho de Yerba
buena San Luis Potosí. En Ma
yo de este año salió rumbo a San
Antonio Texas en bu=ca desús
padres. Se obsequiarán doce
reales y una suscripción a LA
PRENSA a quien dé informes
suyos con esta dirección:Sr. Apo
linar Saucedo.—Care N F. Alien
—R. 5.—Manor Texas.
13-20 27 3.
Deseo saber el paradero de mi her
manu Román Díaz R¡va« que hace 13
años se vino de <¡ar:ws Texas rumbo
al centro del Estado Gratificaré con
un año da suscripción a LA PREN> A y
tres pesos en efectivo a qsien me dé in
formes suyos con esta dirección: Sr.
Est-ban Diaz Rivts. Box 223. Bee
ville Texa*.
27 3 10 17.
Defeo saber el pa-ajero de m¡ her
mano José Gutiérrez que el año ai ta
pasudo se encontraba en Beaumont Te
xas. Daré UN PESO de gratificación
a !a persona que me informe «le él. con
esta dirección: Sr Perfecto Gatiérrtz.
Box 154. Robstown Texas
27 3 10 17
María González Yda de Rincón desea
saber el paradero de sus hijos Joi-é y
Felipe Rmcón. La última vez que le
escribieron estaban en San Diego. Cal.
Se agradecerá cualquier informe que
de ellos se dé con esta dirección: Sra.
María G. Vda.de Rincón. ll<>2 King
men St. San Rernarjino. California.
• '¿1 3 10 17.
Se desea saber el paradero del Sr.
Andrés Briones que procedente de L*
Rosita Coahuila cruzó el año pasado
la linea divisoria. Se daián DOS PE
SOS y un año de suscripción a LA
PRENSA a quien dé informes suyo#
con esta dirección: Sr. Antonio Esqai
vel. Box 19. Evan»vi le Texas.
Se desea saber el paradero de Maca
ría Macala de (jarcia hija de Felipe
Macala y Agapita Garcí». El 10 de Sep
tiembre de 1910 salió de González Te
xas y desde entonces no ee sabe de
ella. Se regalarán VEINTE REALES
a la persona que dé informes suyos.
Dirección: Sr. José Macala. R. 2. Box
35 A Stockdale Texas.
Se desea saber el paradero de
Luis Díaz y Sebastiana S. de Díaz
natural de Uriagato Guanajuato
de 24 años de edad. En 1912 se
encontraba en Temple Texas. Se
gratificará con dos ]>esos a quien
dé informes suyos escribiendo a:
Macedonio Guerra. —Lagrange
Texas.
3-10 17-24
Se desea saber el paradero de
Aureliano Holguín. que en 1910
vivía en Fort Worth Texas en la
:-al!e 11 Se gratificará con un
iño "de suscripción a LA PREN
SA a quien dé informes suyos es
iribiendo a: Inés Camarena-- La
frange Texas.
3 10 17-24
Se desea saber el paradero de
los esposos Eduardo Soto y Ma
laria Garza- La última carta su
ya se recibió el 15 de Diciembre
íltimo de San Antonio Texas.
3e gratificará con un arto de sus
iripción a LA PRENSA a quien
áé informes suyos. Dirijirse a:
Florentino Domínguez. - Dittlin
arer Lime Co. New Braunfels
rexas.
3 10-17-24
Upcoming Pages
Here’s what’s next.
Search Inside
This issue can be searched. Note: Results may vary based on the legibility of text within the document.
Tools / Downloads
Get a copy of this page or view the extracted text.
Citing and Sharing
Basic information for referencing this web page. We also provide extended guidance on usage rights, references, copying or embedding.
Reference the current page of this Newspaper.
Lozano, Ignacio E. La Prensa. (San Antonio, Tex.), Vol. 2, No. 82, Ed. 1 Thursday, September 3, 1914, newspaper, September 3, 1914; (https://texashistory.unt.edu/ark:/67531/metapth1067069/m1/3/: accessed July 17, 2024), University of North Texas Libraries, The Portal to Texas History, https://texashistory.unt.edu; .