La Prensa (San Antonio, Tex.), Vol. 10, No. 101, Ed. 1 Thursday, May 25, 1922 Page: 3 of 8
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LA
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SR. IGNACIO E. LOZANO.
ICO X. SANTA ROSA AVE. — SAN ANTONIO TEXAS.
ί Los susenptoree al cambiar
: residencia deben darnos tanto la
; nueva censo la antiffua dirección
a fin de anotar propiamente
el cambio en nuestros libro·.
/XCCÍON Ubi i UUiAL
PAÑOS CALIENTES
El viaje del ¿eñor Je la Huerta a esto pais
esta dando Iuj;;»r a que reverdezca la inmortal
esperanza r'c los hombres «ι*- nuestro gobierno
relacionada coa el reconocimiento. Leemos en un
nfitnte niblesraiua di· Washington inspirado
por la Enibajnda nuestra en los listados Uni-
dos. «pie «·!ΐ «*sta ocash'n no se hará desear mus
la carta autógrafa de Mr. Hardin? pues la lle-
gada del señor de la Huerta a Washington coin·
«•¡•»ira con «·1 «le las copias de la resolución de
la Suprema Carte de Justicia sobre las quejas
de la« Compañía» petroleras τ como de tales re-
soluciones >i* desprende «pie el articulo -7 no
tiene retroactifklad ν rpie las propiedades de
los extranjeros ouedan debidamente garantiza-
das. e! Secretario Hughes f-mdrá "que otorgar
el reconocimiento sin mas dilación".
"Apenas ia Suprema Corte de -Justicia de la
Xación.—dice el v»ü» irania a que nos venimos
refiriendo- haga publicas ^us resoluciones» el
Henar:amento de Estado verá «pie todas las cra-
rantias pedidas per el Secretario Hughes se han
otorcado v. iH»r lo tanto el reconocimiento se
realizara .-in niá« dilación".
I icsdicliadamcutc pura ese reconocimiento
que sciiieja un espejismo «pie se va alejando tan-
jo como el gobierno de México cree acercarse a
el. h i habido otra coincidencia altamente per-
judicial para el optimismo mexicano. Casi al
mismo tiempo ene la Embajada de nuestro país
hablaba sobre las probabilidades del cambio
<.e a-tiiud do Mr. Hughes el propio Secretario
dr- Hitado americano pronunciaba un discurso
en tu Convención de Cántaras de Comercio de los
Estados i'nidos «pie no es iu;ts que una nega-
ción anticipada a cualquier gestión amistosa
«pie hagan b>s gobiernos que no profesen el prin-
cipio del respeto a las propiedades de los extran-
jeros: ν como vu el muudo no hay mas que dos
gobiernos que hagan caso omiso de tal prin-
cipio—México ν Kusia- ni la menor duda cabe
de que la alusión es muy directa y ce una opor-
!anidad fatal en los momentos cu que el Srio.
de Hacienda del gobierno «le México viene a los
Estados I nidos.
i.a Embajuua mexi<-ana en Washington eon-
sidera salvado el panto de las «iiieias de Mr.
liughes. con la resolución de la Suprema Cor-
te favorable a las C impama> petroleras. y esta
en un error. Aparte de qne el gobierno ameri-
cano en distintas ocasione.·» ha declarado que no
le bastan para las garantías «pie exige los pre-
cedentes de jurisprudencia 'pie pueden ser bo
rrjidos con otro fallo <u sentido contrario en
el ti-ír.seu!-o de los años. o <lesprecia<los. como
las promesas verbales de Carranza hay que
tomar en cuenta que no solo son los ]>etroleros
los que se quejan de confiscaciones y despojos
sino muchos terratenientes americanos cuyas
propiedades entraron en el reparto bolsheviki
realizado por «Ion Antonio 1. λ illarreal y no
pocos industríales afeitados por las Leyes del
J'mbudo. de la Horea y toda esa admirable λ ;»-
riedad de legislaciones so\iets que tienen se-
minarrlizadas las fuerzas creadoras del país.
No puede caber la menor duda acerca del
verdadero espíritu de las declaraciones del Se
cretario Hughes. quien «lijo en su discurso de
la Convención «le Cámaras de Comercio de los
l\<tado> Cnidos "que las relaciones internacio-
nales so basan sobre postulados de moralidad
internacional euy«> principio más importante
consiste en que ninguna nación tiene derecho a
ocupar un lagar en la familia de las naciones
>i destruye el fundamento de un intercambio
honorable per uiedi·· de la confiscación o re-
pudiación y nejándose a mantener un sistema
fi*~ gobierno adecuado que sostenga reconozca y
respete los derechos legítimos y los convenios»
legales".
A nuestro modo de ver. la condenación de
Mr. Hughes para los gobiernos "que se sepa-
ran del camino honorable' (frases textuales
«leí funcionario americano) es amplísima y no
so concreta a ver éste o aquél punto legal afec-
tados por nuestras leyes bolshevikis. Abarca
todos los actos condenables todos los atropellos
todos los atentados ν más que protestar conora
determinada violación de los derechos de los
americano*. «iefien«le un principio soberano pa-
ñi la armonía de las relaciones internacionales:
«·! «!«· la moralidad «le los gobiernos que quieran
participar de esas relaciones.
Xo querer ver eso y creer que las naciones
que nos tienen en cuarentena a causa de nues-
tro bolsherikisruo. van a comentarse con los pa-
ños calientes de una enmienda parcial como es
la del parche que acaba de hacerle la Supre-
ma CVrtc a la Constitución «le Queivtaro. es
padecer «le una miopía gravísima o de un en-
torpecí miente cerebral igualmente deplorable.
I'ara adquirir !a salud que reclaman de no-
sotros las demás naciones no bastan estíos re
medios exteriores que el gobierno del señor O-
breg«»n juzffa salvadores: es preciso usar de
fuert«-s revulsivos tie depurativos enérgicos. ii«
heroicos remedios «pie ιιο< curen del mal cau-
sante «ie todos nuestros males: «leí bolshevikis-
mo que nos tiene en calidad de ajustados y
matara al obregonismo si el obregonismo no lo
mata antes a el.
- Vida Científica - j|
LAS ANOMALIAS DE LA NATURALEZA
—— O O o
¿Qué porvenir les queda a los monstuos dobles?—Con motivo de la reciente muerte
de los pigópagos Rosa-Josefa
• Traducción «1.. francés·.
Ι.λ rwi:;' muert- de Rus*»Josefa
atn·" la atención sobre la. suerte re-
tservada .1 ¡os individuos dobles a
«■sos monstruos qu»· ls»dote Geoffrov
Saint-Hf.air ί 'amaba "a itositarios".
«··; decir iO!V;.u»*st»s ti- dos «UjrtOS
sensiblemente iguales. Se ha podido
«■♦•gnir u:i gran número (i- **':ios has
ta el momento de su muerte y na-
da c*s. vil suma más variable que su
destino Cumc se comprende. d«»pen
de de vitalidad qu· muestran esos
sr-res infelices en el momento de su j
nafiraiínio depend·· también d·· las
particularidades anatómicas que '-a-1
racter!Ki't t:u anomalía y dependen j
fina-mentó d*! hecho de que 5a »·!- I
ru.'ia intervenga o no para separar |
si los dos infortunados a quienes un ι
capricho de 'a anturalezu ha -oalado
«· arrechamente·
FJI doctor Maree! Boudoin escribió ¡
hace veinte años un extenso y nota- j
;<le ira bajo er. el que hace t>as:··- por1
el tamiz de la crítica científica todas j
las observaciones de este ranero que j
se encuentran en la literatura mé- j
diva· Pero con posterioridad otros ]
hachos que conviene agregar a los'
tiue pasó él en revista han sobre ve-1
Τ!;·1ο. Con ajuda de su estudio y la]
ii<· algunos documentos maa recién- j
tes. es posible examinar la cuestión!
en su conjunto y sacar de ella algu-
nas enseñanzas.
Debe constituirse un prim r grupo
por los monstruos a quienes no se
ha intentado separar o que no han j
*a-%rido ser separados. Con mucho j
.-on ios más numerosos. i>u historial
"-• rrmr>a. más pronto o más tarde de {
la misma manera. Uno de los dos·
s-res cae gravemente enfermo y mué.
re. el otro no sobrevivo más que al j
ícunos minutos raras veces algunas;
horas. Soldadb a un cadáver con el!
que tiene conexiones intimas espe-
cialmente «-¡rcjulatorias. y frecuente-
mente órganos comunes es rápida-
mente invadido por los venenos que
provienen de éste. Los Bngelchen de
F&ngazo murieron en ei mismo ins-
tante. Elena Judith en 3 723 sucum-
bieran a k»s 22 años cbn algunos mi
ñutos de intervalo- Cuando Mary
Chulkhurst estaba próxima a expirar
se le propuso a Elisa que estaba ί
unida a ella por 1a pelvis separarla
de sa hermana. "Juntas venimos
respondió y juntas partiremos"; lo
<iue aconteció al cabo de seis horas.
Jíegun se ha contado fué e«ia mia-
ría risjiuíita 'lijo diO ¡íos.i tuando
>-e quiso separarla de Josefa moribun
da. Y se puede creer que entre ts-
iv» "•pigópagos" la. operación no ha-
bría calvado a. ninguna probablem^n
le. pues hay en estos monstruos «que.
cosa curiosa son siempre mujeres)
fusiones frecuentes de órganos impor
tuntes que hacen 'a desunión suma-
mente difícil s: n'o impo.-ibie. Tchen
gi-Eng·. hermanas eran ".vi
fópagos" «nidos ur.o a otro desde la
extremidad inferior del esternón has
ta el ombligo: también rehusaron το
da intervention quirúrgica. A los 63
años una pneumon-'a se llevó a una
de e'!a.s y la otro murió algunas ho-
ra-; después En el siglo II. uno de
\>s seres que constituían a un xifó-
pagos murió; en esta vez fueron los
cirujanos los que. confiando poco en
?·α arte se rehusaron a operar: el se
sundo sujeto no sobrevivió sino al-
g ¡nos instantes. No sabemos que
j»asó con Millie-Christine a quienes
>·- designaba con el sobrenombre de
el ••ruiseñor de dos cabezas": tenían
5- años en I$<K y es probable que ha-
yan acabado de la misma manera;
acá*-.-» vivían todavía en Indiana don
de se les viú hace 24 años·
Xo hemos hab'ado aquí más que de
mbnstruos que han llegado a1 estado
adulto- ¡Cuántos otros han sucumbí
do en edad más precoz cuya anato-
mía. se hallaba particularmente com-
plicada o más bien dicho simplifica-
da; Se pjeüe recordar aquí a los "is-
quiópagos". ctiya pelvis era. común
y que vivieron un año. las Agripinas
que fueron observadas en 1605 y a
quienes les hizo !a aut'opsia. Riolan:
los -toracópagos" (soldados por el pe
cho). estudiados por Ambroise Paré
en 1572: y todos los "esternópagos"
que tienen siempre un corazón úni-
co y sin duda los '•craneópagos" un'
<fos por el vértice de la cabeza que
fueron exhibidos en 1913 en la expo-
sición de Gante y de los que no he-
mos vuelto a tener noticias.
Sin buscar otros ejemplos de se -
res que permanecieron unidos harta
la tumba pasemos a los que han si-
do separados. En muchos casos la
cirugía ha sidb benefactora pero en
lo general sSlo parcialmente. No co-
nóceme» más que un solo cwo ¿n
que los do¿ seres hayan sobrevivido.
& «1 de dos xifftpagoa oper.idoi por
Koenig· en el aislo XVOT; ea cierto
que ?I er;: particularmente favo
raido. pv'«-j!-o que e! punto camos··:
qu» Jas ligaba no corf-n'a ninguna
viscera.
LA PRIMERA SEPARACION
SE HIZO EN 1495.
i
A ¡o que paree* fué en 1493 cuan-
do Sebastián Muncter efectuó la j>r¡
inera separación en un 'metópago"
cuyos uo.s constituyentes estaban sol
dados por la frente. Dado Γο que era
ia cirujia en aquella época nada de
extraño tiene que la operación haya
terminado en un completo fracaso.
En 1700. Treyíing separo por medio
de cáusticos U> a dos pigópagos'
que no resistieron. Tin I860. Boehemj
desunió alg-unas horas después de su;
nacimient'o. a los dos sujetos de un
xifópago cuyo pedículo se hallaba i-
guaimente desprovisto de órganos im
portantes; uno de ellos. e¡ más débil
sucumbió inmediatamente el otro vi
vió aún 5 años· En 1S40 un xifópago;
negro fué operado por José Brito y
Koin y uno de los dos individuos fué
visto en Cuba a la edad de 66 años.
Llegamos ahora a los hechos mo-
dernos. que son ios más instructivos
por ser los más completos. En 1881
Biaudei y Bugnion separar'on al xi-
fópago María-Adela en Lavey. Nin-
guno de los dos sujetos sobrevivió;
parece que una hemorragia grave que
sobrevino a causa de la sección de
un pedazo común de hígado fué la
causa de su muerte.
En 1899. Chapot-Pjevost operó en
el Brasil en condiciones particulares
de dificultad a Mar'a-Rosalina sbl-
dadas por el tórax. La operación fué
necesaria a causa del estado de gra-1
vedad de María que murió por cier-
to seis días después. Rosalina sobre
vivió más de un año.
En 1902 Doyen desunió a Radica y|
Doodica ambas tuberculosas debido
a que Doodica estaba casi moribun-
da. La operación de este xl'ópago
duró 20 minutbs y la pérdida de san
gre no excedió de 30 gramos· Doodica
murió al cabo de algunos días- Ra-
dica sobrevivió algunos años pero en
(Pasa a k 5a. Pag.)
: ASUNTOS DEL DIA :
Hago Stioaes como ao político estopeado
— flQo —
Ε! Dr. John Mez señala cn el "Allan
tie Monthly" al gran magnate indus-
trial Hugo Stinnes como represen-
tante del nuevo feudalismo alemán
Que esi substituyendo a la antigua no
bleza hereditaria .
El Dr. Mez que es uno de los co-
rresponsales de !a "Krankfurter Zeit-
ung" asegura que «1 pueblo en su to-
talidad cree que está en posición de
su destino y que ha asumido su so-
beranía cuando de hecho ¡silo tiene
un poder nominal pues el poder real
gradualmente ha pasado a las «manos
de un pequeño ndroero de financie-
ros. mejor dicho a la de un selo; Hu-
go Stinnes.
Hé aquí unos párrafos del articulo
del Dr Mez.
"La nobleza del pasado ha sobrevi-
vido siempre a la del Estado o η la
de la dinastía qut estafra sobre ella
y cuyos intereses servia en primer
lugar pero la plutocracia no tiene na-
da sobre eHa y controla y utiliza al
Estado conforme convione a sus pro-
pios intereses: y el Estado es mera-
mente eu instrumento y f.u campo de
acción propicio para desarrollarse y
crecer Es quizá una de las mils gran
des tragedias de ia guerra quv las ma
sas de la derrotada Alemania des-
pués de habere libertado politicamen-
te hayan caído bajo el dominio eco-
nómico de un grupo de hombres co-
mo Stinnes. No puede concebirse una
paradojl más extraña que ésta· un
hombre que surge de u:i país venci-
do como el más grande aprovechado
de la Guerra Mundial y u quien se lla-
ma "el hombre para quien se libró ia
guerra."
"Jamás un poder semejante un
gran capital mayor atrevimiento y eí
niritu de empresa se había concen-
trado cn un solo alemán. Para los so-
cialistas Stinnes es un Satanás qu<
desea "Stennlsar'' a toda la nación;
para los pangermanos es un MesUu
enviado para salvar y vengar a Ale-
mania.
Tai es lo que Maximiliano Harder
h.i escrito de Bi!i»nw. Un periódicc
francés le llama el nuevo Rockefclk·:
de Alemania; otros 1o describen eomc
el nuevo Bismarck de! actual régi-
men como ei nuevo Kaiser de los ne-
gocios en Alemania: como el hombre
que todo lo comprende a primera vis-
ta; como el ?nás rico e! más influ-
yente. e¡ mejor conocido y ai mísme
tiempo el menos conocido en toda
Alemania y como el hombre que tiene
en sus "manos los destinos de Ale-
mania''
El Dr. Mez cita de! reciente libro
tic Brinckmcyer esta descripción (le
stinnes:
"Sillines tiene ei aspecto de un
utrero y puede ir vestido como un nu
yordomo de campo o un minero sin
liamar ia atención. Su cabeza gruesa
reposa s->bre un tronco basto su ca-
bello negro es corto; su rostro pálido
y expresivo la barba negra como ei
carbón la nariz encorvada y ios ojos
parece que se cierran pesados. Su as-
pecto externo no tiene nada de parti-
cular y parece tosco y pesado. Sus vee
tidos sus hábitos y su porte denotan
ai hombre de gusto sencillo."
Stinnes domina un gran número de
empresas; minas de carbón compa-
ñías de vapores plantas de acero fá-
bricas eléctricas hoteles periódicos
bancos y lineas aéreas. Tan universal
en su influencia en la vida económica
de Alemania declara el Dr. .Mez que
es difícil pasar un solo dia en Ale-
mania sin pagar tributo indirecta-
mente. ya sea comprando un periódico
o ai ocupar un cuarto en un hotel ya
usando un tranvía ai encender una
lámpara eléctrica o al cobrar ur. che-
que.
Después del Armisticio en 191S
Stinnes comenzó comprando periódi-
cos no solo en Alemania sino tam-
bién en Austria Checo-Eslovakia y
Hungría. Primero adquirió el bien co-
nccido periódico sotqí-oficial "E»euts-
che Allgemaine Zeitung". Después
compró en Berlín los -siguientes perió-
dicos: "Die Post" Deutsche Tages-
zeitung'' y el famoso diario conser-
\ador "Tagliche Kundschaxv" editado
Por el Conde Keventlovv. Se dice que
es también propietario de los sema-
narios "Símplicissirnus" y "Jugcnd" y
varios diarios de Munich. Eu V'icna
Stinnes posee los dos diarios de ma-
yor circulación "Alggcmaine Zeitung"
y "Der Neue Tag."
Stinnes lomó parte en la política
desde el principio de la guerra. Pué
llamado como Consejero Económico
del gobierno alemán y. sostuvo la po-
lítica de despojar a Bélgica de sus
fábricas maquinaria y materias pri-
mas y es también responsable de la
deportación de los obreros belgas pa-
ra ir a trabajar en las fábricas de
municiones de Alemania y aumentar
asi su producción. También fué el
instigador de la demolición de las fá-
bricas y de la inutilización de las mi-
nas de carbón del norte de Prancia.
Después de la revolución alemana
Stinnes se convirtió en miembro del
Consejo Económico del Estado y con
fPasa a la 5a.">
—I I
.—-:ιφ\.
Nb todas las huelgas habían de ser funestas. Parece que está próxima
estallar una que de prolongarse indefinidamente traería resultados mag-
níficos para México. Me refiero a la huelga de los empleados del Gobierno
el Distrito Federal que ojalá se extienda a los escribientes de los Minis- r
erios y demás dependencias oficiales. El Gobierno debe regocijarse dbn
in movimiento tan útil que bien aprovechado puede reportar dos ventajas:
iisminuir los g^istos y poner fin a la abominable organización burocrática
le México que transforma a l'os aptos en ineptos; a los espíritus originales
>n esclavos monótonos de la rutina: a los altivos en sumisos: y a los pro-
iuctores de riqueza en parásitos perpetuos de las rentas de la Xación·
Pocas calamidades existen en México y especialmente en la Capital de
a República como esa enorme familia burocrática que no sabe vivir sino
ie aquello que le da el Gobierno. Ei noventa por ciento de los que sirven
:. la Administración pública no sirven para otra cosa. En la oficina se.
pierden las aspiraciones se merma la voluntad so enmohecen las faculta-
íes se anestesia el alma· El escribiente que se pasa la vida copiando 'ofi-
cios de idéntica redacción todos los días siente que se le cierra el mundo
si pierde el empleo: y se adhiere a las nóminas con frenesí sin comprender
que el dinero del Gobierno al nutrirlo miserablemente le deja el corazón
exprimido y esterilizado.
La mayoría de los empleadlos públicos en México trabajan rutinariamen-
te un par de horas y el resto del tiempo reglamentario se lo pasan boste-
zando sobre ur. escritorio. Cada diez días reciben el sueldo que de antema-
no tienen gastado. >.'o ¡Jenssn r-n r/tejorar de condición sino p'or el
aburrido de los ascensos. Jamás se les ocurre salirse del engranaje oficial
y cambiar de ia manera de ser. Podran ser útiles si se les sacase del te-
rreno en que se encuentran semisepultados: pí-ro allí aletargados sobra sus
mesas de trabajo—o de inercia c'omo se les podría llamar más propiamen-
te.—continuarán empolvándose indefinidamente sin resolverse a sacudir el
yugo de la tutela oficial para ejercer actividades que los harían fuertes y
felices.
La. Revolución que ha destruido muchas oosas grandes y buenas ha de-
jado intacta la fiebre parasitaria de los empicados. Fueron arrojados algu-
nos en 1914 perto se les sustituyó por otros nuevos que siguen durmiendo
en sus pupitres alelados en su catalepsia indefinida petrificados en un so-
nambulismo crónico. ¡Qué bello habría sido acabar con todo eso! ¡Que
el huracán en vez de acabar con las instituciones de! país hubiera aven-
tado a esta polilla de las ciudades a los campos para que fecundasen la
tierra: IQué grande obra se habría realizadb si en el momento agudo de
la tormenta la Revolución hubiese obligado a los inútiles a ser útiles; a
los holgazanes a ser trabajadores; a los rutineros a tener iniciativa; a loe
parásitos que viven de la riqueza ager.a a crear riqueza propia para no
necesitar de nadie y tener amplio derecho a la libertad; ¡Menos gente en
las oficinas y más bracos en los talleres y en· los campos: ese habría sido
el verdadero grito de redención nacional!
¡Que· distinta fué la obra de la Revolución* Las haciendas han quedado
sin cultivarse muchas fábricas han suspendido sus labores otras han dis-
minuido srti personal y entretanto las oficinas siguen repletas do inútiles
tmp!eados- El trabajo que podría desempeñarse por diez individuos se re-
parte entre cien. Las tramitaciones no se han simplificado y para cual-
quiera bagatela se siguen llenando montañas de papel. Las audiencias de
los Ministros continúan cubriéndose en su no\fenta por ciento por gente que
va a solicitar un trabajo improductivo. Xo se les ocurre a los solicitantes
quitarse la chaqueta para cavar la tierra o trabajar en un ingénito porque
no quieren renunciar al vestidito sacudido y al cuello planchado: prefieren
los rotitos metropolitanos ganar cien pesos y ser esclavos de las ciudades
a ganur quinientos y ser libres en los campos.
Mas ¡oh sorpresa! Utos empleados oficiales han integrado un sin-
dicato y proyectan declarar una huelga. ¡Vaya un contrasentido! La huel-
ga es un movimiento coercitivo que no puede ser explotada mas que por
aquellos cuya suspensión de trabajo pueda ocasionar perjuicios. Durante
la guerra europea much'os fabricantes de los listados Unidos se compro-
metieron a entregar en determinada fecha una cantidad de municiones. Los
obreros se aprovechaban del compromise del fabricante para exigir altos
salarios mediante el recurso de la huelga. Y el propietario de la Fábrica
quedaba encerrado en la siguiente disyuntiva: o rescindía el contrato de
municiones o concedía el alza do los salarios. Asf es como triunfan las
exigencias obreras: Colocando al Capital en la necesidad ineludible de ca-
pitulación ■
¿Y cuál será la acción coercitiva que puedan desarrollar los desdichados
servidores dei Gobierno? ¿Xo contestar los oficios? ¡Vaya un candor?
Los oficitos se pueden quedar sin contestación sin que por ello se acabe el
mundo. Para comprobar esta verdad—que debe llenar de pena a los es-
cribientes.—hay que recordar que Bonaparte decidió en una ocasión no abrir
sus cartas durante un mes a! cabo del cual al revisarse la corresponden-
cia se advirtió que casi todas las cuestiones tratadas en las cartas se ha-
bían ya resuelto sin que el Primer Cónsul hubiera tenido que molestarse.
La huelga triunfa cuando hay urgencia de trabajo y en los círculos
oficiales de lo que hay urgencia es de empleos. Tor eso es pueril la huelga
burocrática que solamente afectará a los huelguistas.
Sin embargo e! Gobierno la debe fomentar. Ya que los empleados han
tenido un ges'o viril de protestar hay que hacer t'odo lo posible porque la
protesta tome el carácter de un hecho irreparable. ¡Que la rebeldía se com-
plete y ug puñado de trabajadores improductivos salga del aburrimiento
de las nóminas para ir acicateadas por la necesidad a desarrollar sus ener-
gías a un campo en donde pueda germinar su acción! ¡Que pasen de la
esterilidad a la vida!
Y para completar la obra se deberán dejar sin cubrir la ma;'or parte de
las vacantes. Menos empleados en el Gobierno: eso es indispensable para
mejorar los servicios públicos y aumentar la riqueza nacional. El exceso de
empleados perjudica en vez de favorecer a la máquina oficial-
Aliéntese pues esta huelga benemérita en medio de tanta huelga perju-
dicial y contraproducente. Si los empleados amenazan con suspender sus
labores el Gobierno debe enfrentarse a ellos con intransigencia para obli-
garlos a llevar adelante su amenaza. Dentro de una lógica rigurosa lo in-
dicado es hacer todo lo posible por evitar las huelgas de los que producen.
es decir los obreros—y provocar ¡as huelgas de los que no producen—es
decir los empleados.
Sin embargo como al Gobierno de Obregón parecen encantarle las pa-
radojas no sería extraño que después de fomentar las huelgas de los tra-
bajadores. tratase de conjurar la huelga de burócratas qué puede ser bené-
fica a la Xación. Sería una lástima perqué esbs empleados que no están
conformes con sus sueldos. ío mejor que pueden hacer es abandonar sus
puestos. En cualquiera otra parte fuera del Gobierno percibirán entrada»
mayores y celebrarán con má3 eficacia en el desarrollo de la riqueza na-
cional
RINCON LITERARIO i
EL AMOR A LA VIDA
Oh tiéndeme las manes las manos de tu ai ra a
la juventud arráncame y con el'a los sueños
que al corazón hechizan y que fueron los dueflos
de luminosas alas. Visiones que la calma
trocaron por violenta pulsación en mis venas
el deseo que embriaga locamente y convida
a unirse al torbellino inmenso de la vida
y al alma del crepúsculo cuando despierta apenas.
Oh tiéndeme las manos úel alma hasta que piense
que soy del todo tuyo· Y yo seré el que vence
con el consciente orgullo que brindas; y si arcanos
los dedos de 1& noche me sujetan de pronto
y nrrastran o la muerte he de cruzar rt ponto
siéndote fiel. ;Oh vida tiéndeme u mi tus manosj
John WILLIAM STREETS·
¿
(t
EL AUTOMOVIL GRIS"
NOVELA DE LA EPOCA DE LA REVO
LUCION' CONSTITUCIONALISTA
J7STE libro triunfó desde el momento mismo en que
fué lanzado a la circulación. Conocido ya el autor
por su primer éxito con "'Heraclio Berna!." el público
esperaba ansiosamente la nueva obra que se le ofrecía
máxime cuando el argumento escogido para ella era
sugestivo en extremo por tratarse de !as fechorías lle-
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Lozano, Ignacio E. La Prensa (San Antonio, Tex.), Vol. 10, No. 101, Ed. 1 Thursday, May 25, 1922, newspaper, May 25, 1922; (https://texashistory.unt.edu/ark:/67531/metapth1069009/m1/3/?q=waco+tornado&rotate=270: accessed July 16, 2024), University of North Texas Libraries, The Portal to Texas History, https://texashistory.unt.edu; .