El Regidor (San Antonio, Tex.), Vol. 17, No. 784, Ed. 1 Thursday, November 17, 1904 Page: 3 of 8
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PARABOLA DEL MILAGRO
_
Jesús volvió & Nazareth..
Y lo reconoció eu ciudad natal.
El Nazanoth donde 61 habla vivido
.ora una ciudad triste llena do lágri-
mas y de lamentaciones. Y eeta quo
veía hoy tetaba llena cke risas y de
cantos.
Y el Cristo entró en la ciudad y
vió («clavos cansados de florea quo
iban cu tropel liacia Xx escalera do
inánuoi do una uasa do inúrmol blan-
co.
Y el Orillo entró en la casa y en
el fondo do una sala de jaspe acosta-
do tobrv un l-vuho de púrpura vió un
hombro cuyos cabellos ¿n desorden
cstateut coronados do rosas rojas y
cuyos labios ¡ojos do vino estriban.
B! Cristo su aproximó ή. ól lo tocó
en ol hombro; y le dijo:
—I'or quó llevas esta vida?
El hombro t»e volvió lo reconoció y
le dijo:
Yo era leproso. Tú n)« lias curado.
Por quó llevarla yo otra vida?
101 Cristo salió d* esa casa.
Y he alit que en la calle vió á una
mujer de la cual el rostro y los ves-
tidos retaban pintados y cuyos pies
esuiban adornado.* de petlus. Y vió
detrás de ella tin hombre que la se-
guía del cual el vestido era tío dos
coloreo y loe ojos cargados de de-
seos. Y el Cristo so aproximó al liom
bro y tocándolo en el hombro !e dijo:
—Por quó sigues á esa mujer y le
miras así?
El hoimbre se volvió lo reconoció
y díjole:
Yo era ciego. Tú me has curado.
Quó ct/sa mejor jxx'lría yo hacer de
mi vista?
Y el Cristo ir? aproximó Γι la mujer
y lo dijo:
—Eete camino que tú sigues es el
del peca lo: P;»r quó seguirlo?
La mujer lo reconoció y dijo rien
«JU.
—El camino que yo sipo es agrada-
ble. Til me has perdonado todos mis
pecados. Qu6 podía yo hacer Ίο tu
prirdón?
Y el Cristo mintió su corazón llono
do tristeza y quieo abandonar la ciu-
dad. Y como saliese vió Γι la ori-
lla de los pozos de La Ciudad un Jo-
ven sentado quo lloraba. El Cristo
eo acercó Λ 61 y tocftndole los l)iicl«*e
do su cabellera lo dijo:
—MI amigo'· por quó lloras?
—To ^ «*
citaste. Qué otra cosa pude hacer de
mi vida?
Y el Cristo entristecido so alejó.
Oscar WiLDE.
TO MY CATHARINE. I
(Pora "Kl Rogidor. )
SoAoha yo....mis ojo* recorrían ¡
Ixrs abismos do ignota inmensidad
Τ de la tio< .he en cí capuz veían
lia sombra transformada en claridad.
Mn ral corebro ardiente rebullían
Ijix* dulces arrebatos do tu amor
Mis inbio.-i ardorosos aun sentían
Do loe rosados tuyos el cnJor.
Quice encontrar del euoík» (-η La qui-
ñi era
131 olvido completo del dolor;
Poro cη valde luchó mlrtibate hechi-
cera
Mi «tima sollozante en derredor
Teas el cristal «lo la ventana. Incierta
Apentwt perceptible. para mí
AMA..do) efedo en la región desierta
Hn los estrellas tus pupilas vf.
Voto! la vista Λ un ángulo sombrío
Huyendo do lo» soles qiw miré
T... .voy Λ confesarlo duefto mío
ίδη Ια sombra .en ki nada los miró!
Art pnsó la noche ni tí η momento
Te ptido do mi espíritu apartar
Fui β to estrella «n lo taul del firma-
mente
Rn la nombra traidora: luminar.
V al fin cuando la lii7. tfmlriamcnu
Su rubta c&bnllora elytron/ή.
Mu In oxtr-nntóh magnífica do Orl<*nt.<
Tu LmAgen primorosa no mlrrt.
La flor al entreabrí r«»v»n κιι perfum"
Me «rajo <·1 do tu alíenlo cmbrfoendot
Y del confín lejano <·η #.»! drfum··
t» vf «urwir con celesllni candor.
La brlKa al levantarse «MHivoitl* nt
Pitra Mejoren on espiral voJrtz
Me Irajo ft lo« oído* Irlatemonte
Kl eco moribundo de ru ndlAs.
Rntorw-H comprendí te habla* metí
clmd
Wntonce* conocí mi auelfo atrox....
V Mlntl'-ndo inl pocho d<*»8Arrfldo
Murmuré conmovido: ndlfa! ndlfo!
fon Atomo* del gol nfm del vleni
V efluvio» mleftrkMflu d· ριιβίόη^
fit· formado A tu nombro uu morn
menu
Un santuario en ml poli fe cornean!
Frcenlllo ft«>pbre. I do IftOl.
MANUEL DBL RBJI
CUENTO TRISTE·
λ
Por quó mo pides versos? Hace ya
tiempo que mi pobre imaginación co-
mo uuii flor cortada demasiado tem-
prano quedó en loa rizos do una ne-
gra cabellera tan tenebrosa como la
noche y como mi i-Jnta. Pair qué me
pides versos? Td sabes bien que del
iaúd sin cuerdas no brotan armonías
y que del nido abandonado ya no bro
tan gorgeos. Vino el iuvierno y des-
nudó loe Arboles; se helaron las a-
guAS del rio donde bañabas tu pie
breve y aquella casa oculta entre los
fresnos ha otilo frases de amor que
pronunciaron nuestros labios y risas
que no alegraban nuestras aJtmas. Pa-
rece que un amor inmenso nos sepa-
ra.
Yo he corrido tras el amor y tras
la gloria como van lob niños traa Ja
coqueta mariposa que sí burla do su
persecución y ue sus gritos.
Todas las rosas que encontró tenían
espinas y todos los corazones olvido.
El libro de mi vida tiene una tola
página de felicidad y esa es la tuyo.
No me pidas versos. Mi alma
como esos pájaros viejos que ya 110
saben cantar y pierden sus plumas
una (i una cuando sopla el cierzo de
Diciembre.
Hubo un momento <*11 que creí que
el amor ura absoluto y único.—No
más que un amor en mi alma como
no hay más que un sol en el cielo—
docta entonces. Después supe es-
tudiando astronomía que lot» Boles e-i
ran miubos.
roque a la puerta de ranchos ccnt-J
zones y no me abrieron porque den-
tro 110 había nadie. Yo vuelvo ya de
iodos los países azules cu que flore-
cen las naranjas da color de oro. Es-
íoy enfermo y triste. No creo míís
que. en Dios en mis pudres y en tí.
No me pidas verso?.
Priciao es sin embarco que to ha-
ble- y te cuente una por una mis tris
tezas. Por eso voy á escribirte· lia-
ra que leas mis pobres cartas Junto íi
tu ventana y pienses en el ausente
quo Jumils lia tie volver. L».ia golon-
drinas vuelven después de largn. au-
sencia y se refugian en las ramas
del pino. La brújula señala sicunpnu
al Norte. MI corazón te vufica á tí.
?De qué quieres que te hable? De-
Ja afuera la obscuridad y has que.
iluminen tu alma las claridades del
amor. Somos dos islas separadas por
ΗI
Cuando la tarde caiga y las estrellas
comiencen Λ brillar en el espacio abre
tú los pliego-cerrados que. te envío
1' cscucha. las ardientes frases de pa-
sión que lleva el airo Λ tus oídos.
Figúrate que estamos solos en el bos-
que; que olvidé todo el daño qu-J me
has luvho y que en ol fondo del "cou-
pé" copltomvulo te hablo de mis am-
biciones y do mis sueños. Oyeme
como escuchas el canto do las aves
.el. rumor de las aguas el s.ilsurra de
la brisa. Hjbbmos an.bos de Lis co-
pas frivolas esto es de. las casas se-
rlas. I<l tarde ra Λ morir; e! viento
mu-evo sus alas como un píij iro cansa
ido; los cabrios due tiran de'< carrui-
j.· corren hacia Vi casa en busca de
desean»»; la somvr.i va cayendo len-
1 amonte.: aproveen nios los inst.antP3.
* t *
Iiaco muy pavos «llar» paseaba yo
<><>r tá p&rqtio pensando eu if. L·:».
tardo estaba nublada J mi corazón
estaba triste.
Cómo lian cambiado Lis cusas! Los
carruajes quo van hoy al past-o no
son lo.* mismos que tó y yo νοίαηιοπι.
Veo caras nuevas trw do loj crista-
Ios y no encuentro Las quo au<?s dis-
tinguía. T« acuerdas «le aqutXa quo
encontrábamos siempre en j "trola
qulart" Λ la entrada del paw*»? l'uee
voy Λ referirte su novela. Anta mii-
cho; so casó y la engeftiron. Toda-
vta recuerdo la impaciencia co\ quo
contaba loe días quo faltaban pa» eu
matrimonio. Ιλ ñocha quo re\bló
el trajo de novia creyó volverse h?&.
do contento. Yo la miró en la IglAia
al día siguiente coronada de b'.tní«
» rt/.aliaras trémula de emoción y c¿
los ojos henchidos do bigrlnvis. Qulrt\
ι nos* hubiera dicho que aquel mat rimo
nlo era un entierro? Se amatan mu-
cho los dos ó por lo ην-ηο» lo decían
así. Iban Λ realizar su» Ilusiones.
f>a riqueza ¿es preparó un palacio es-
plendido. y los que do pie en la pla-
ya la mlróhaanos partir en barra de
oro dijimos: 'Dios la lleve con fell-
s» o Mari!
Unos meses devpuós m« «*n<ont.r6 A
su marido tu el cafó:
—Y Blanca?
—Kstf» <k1go mala.
Hra verdad litan» a estaba muía;
r» Blanca s* moría. Knrlquo la dejaba
1 por ir en pos de placeres Melles y
Blanca βο'λ en su pequeña alcoba
pasaba las noches sin dormir mirando
Cómo se persiguen y ge Junten las a-
o gujns en la tnufdra d^l reloj Una
noche Enrique no volvió. ΛΙ día al-
i- guíente Btamn cetnba mrts pálida; yru
>; r#*ía d<» certi.
.Hublóraso c.reido qne la luz fiel al-
ba que Blanca vló aparecer much.is
ti veres desde su balcón le fiabía tefildc
el roetro el tulore de azucena.
—Por qué no vien^r^mata
sondeando la obscuridad profunda de
la callo.
Y graznaban loe lechuzas y el aira
frío de la madrugada lo hería el roe~
tro y Enrique no volvía. De repente
suenan pasos en lius baldabas Blanca
so Inclina sobro el banandal por ver
si venta. Esperanza frustrada! Bra
un borracho que regresaba & su casa
tropezando con loe farolee y las puer
tas!
Así pasaron días semanas meses -
Blanca cada día estaba peor. Los
módicos no atinaban la cura de bu en-
fermedad. Acaso hay médicos de al-
mas?
Una noche Blanca le dijo ft Enri-
que*·
—No te vayas; creo que voy Λ mo-
rirme. No me dejes.
Enrique se rió do afus temores y
fué al círculo donde le esperaban sus
amigos.
Quióu so muere Λ loe veinte nfios?
Blanca le vi6 partir cou tristeza.
Se puso frente Λ un espejo alisó sus
cabellos y comenzó ft prender entro
sus rizos diminutos botones de aza-
har.
Do> grandes círculos morados ro-
deaban sus ojos. Llamó en seguida ft
tu camarera so puso el traje blaato
que le liabfa servido para el día do
su matrimonio y so hcus'ó. Al ama-
necer cuando Enrique volvió ft su ca-
sa vió abiertos los balcones de su al-
coba; cuatro cirios ardían en torno
de la cama: Blanca estaba muerta.
—Ya lo vos'.' L»a vida mundana
tan brillante por fuera es como los
sepulcros blancos do quo nos habla
el Evangelio. La riqueza oculta con
su manto de arlequín muchas mise-
rias.
Cierra tus oídos ft las palabras del
eterno tentador. No ambiciones el
oro que es frío como el corazón de
una coqueta. Sé buena reza mucho
y ama poco.
Manuel GUTIERREZ Ν AJERA.
LOS GATOS.
A JOAQUIN BARANDA JIt.
Nívtoa y bermejos
blondos y atigrados
ojos verde-grises
de oro veteados
bigotes hirsutos
aspato marcial;
molondros huraños
Agiles nerviosos
son de la felina
ruza ios fermosos
Don-Juanee truhanescos
de estirpe reaJ.
>y a>
i mvi va pruK'
genios dem^Kdacos
réprobf ¡ malditos
que de sus cavernas
arrojó Plutón;
es/iiíWi; ton alma
misántropos graves
que en ronda macabra
con las negra» aves
salen al nncioso
toque <i«ü oraciónt
Cuando <Le Aureo polen
t?e constela el *:ielo
loa gatos caJadas
sus μ.ifaa do abuelo
exploran buscando
su )»ardido bien;
Sata tus rebeldes
do Jo alto caídos
al acaso vagan
hos«os y afligidos
pensando en los dulcet*
gouea del JSdón.
I»
En lo» plenilunios
β lit; Mimbra» grotewaa
<i'ur/-iu on el muro
vlsioiutf dant«ica«
al «ni oo un imuetulo
romu-l lunera)
y cu Jas tempestuosas
nochca intranquila**
rayan la tlnlcbla
con tgueai) pupila*
—-redondos topacios
«tí» luinhtvf Infera al.—
Cobiti Λ bum hefflbnus
—princesa» ingratas—
amant (ή troveros
loe «Win serenatas
al pío tlol soberbio
feudal torreón;
y on la paz. solemn*
do la noche obscura
ene maullidos Irigubrce
Infunden pavura
y 4nuru-1an borrascas
\ W desolación.
Ffc ts frfas fiovhos
Invierno Miando
*41 ituV^u jos lefio*
•r»^ crepitando
dentro \ j(l ohtufa
do {Ají calor
friolentos^ gajos
oí γο«Λ|0 tmncari
taít wrce» V* ^ voces
cus pfl'Wimiiíicen;
por» se dofi^on
d.>1 *Tiid(Ajg(rti
Λ
Y e.1 gato <fl
<IW on tatltAL jovon
pWttlca. on ol ptai%
ron iAtt y ϊ^ιονοη
Hiriendo la* bWu»m\
teclas do marflV
ν
ee produce extraña
.ronca melopea;
pues 61 mientras ella
toca ronronea
estrofas cascadas
de vate senil.
Cuando de los gallos
la clarinerfa
toca triunfal diana
saludando al día
los gatos retornan
al caliente hogar:
entran cautelosos
ά La regla alcoba
y sobro algún mueble
de raso y caoba
con pereza olímpica
&e echan íí roncar.
Los gatos sabedlo:
mendigan cariños
respetan las canas
juegan con los niños
ellos fueron musas
para. Baudelaire;
más en bus pupilas
sin leseras y ovales
relam ρ ag u eau do
cual vivos pufi:Ues
υ.)1οΆ y rc-Tii orc-s
an observan tremer.
Mo agradan los gatos.
Hay cual ellos seres
ajenos ft toda
oíase .do placares
torvos rondadoras
d*· un mundo mejor;
genios pensativos
que en la sombra habitan
Otelos que el crimen
á solas meditan
como la venganza
de su gran dolor.
Niveos y benaiejos
blondos y atigrados
me gusutil los galos
de lomos arqueados
mostachos hirsutos
y ptirie marcial;
que huraños molondros
Agües nerviosos
son de la felina
raza los formosos
Don-Juanas hidalgos
de estirpe real.
Juan 13. DELGADO.
LUZ Y BASURA.
o
Lmz tie !a luz el jkmíU
iue desciendo si desciende
í la grieta ruin y escueta
i?a para encender la grieta:
la ¿toca pero la. enciende.
DC. la y si abajo fulgura
brilla siem^'V de resallo:
U
Suba ρικ-β el murad al
que· la luz siempre culmlua
sobre basura social;
pties el vulgo es pedestal
«le todo lo que ilumina.
Y echad más y más basura:
vano será todo anhelo.
SI va de altura en altura!
pues para la luz del cielo
no existe la sepultura!
Más basura? Pues bien más
que la luz no se derriba.
Canalla Imbécil! atrás!
Si la luz va siempre arriba
no se le pisa jamás!
Ah chusmas que pretendéis
tenor la luz p<»r alfombra.
jamás lo con&'guiréis;
pues al pisar pisaréis
la sombra <lo vuestra sombra!
It. TKLLBZ GIRON.
Todo ret frágil y vano!
Como la niebla pftlltlxi quo oo alan
lentamente en las tardes η ζ til «ή y
viaja huela el infinito Insondable asi
pana η los sueños «le felicidad Bue-
nos confuso» quo dejan sólo un re-
cuerdo adormecido vago quo βο ce-
ruma luego en Ja flocho inofumki del
olvido.
Verdes romo la Primavera son laq
esperanzas vivas y la miel do su sa-
via es filtro de consuelo do onergío
lo piedad; amarillas y mustias eon la«
r^speranaas muertas y la esencia quo
tlespldo el polvo marchito do sus ho-
jas os fruto do amargara do iris-
losa de hnetfo!....
Como las hondas do un manantial
purísimo huyen las ilusiones dIAfanns
y corren Λ perderse tumultuosas on
ol obscuro lago del »>n?uefio; Lis Huelo
nes iban como bandadas perseguidas
do gaviólas levantan o! vuelo fugltl
vo en la brumosa tarde do la vida:
cuando la canción que los Alamos can
tan ya viene sobro ol a-lma la noihe
dol do'or noche sombría quo ante-
cede Λ la aurora del sepulcro!
l/ui cenlsas de las cartas amadas se
disipan al soplo do los viento* y
y vuelan como pétalos de flores ne-
gras embriagando ol ambiento con la
magia seductora quo guardan; y la
magia se extingue también! ....
Hoy.... después di* que aupo tu
perjurio.... he quemado las tuyas!..
Cuando Iba Λ levantarse la llama
quo habría do (onstimlr todas las for
ηiiras escritas qua til pítima liviana
ntileo μλτλγ para tní Intenté oxtln
gulr la hoguera y salvar mí tesoro
maldito: porro.... mí mano culpable
sd ahresé on las llamas dc-\ incendio
corno se habla abrasado tu corazón
en el futtgo de tu perfidia.
Como una té mi© ala gris voló mu-
cho tiempo un pedazo de papel que-
mado que vino luego A caer supers-
ticiosamente sobro la cartera que guar
da tu retrato; en el fragmento do la
ceniza mustia se velan grabados con
signos rojos estas palabras turbado-
ras: "un beso de la que siempre s&-
rá tuya.—ESTELA."
Todo Llega y pasa!
fToüo pasa y muere!
Después.... extraje del fondo del
cofre donde ocultaba sus prendas que
ridas las flores marchita» que iba Λ
devolver aquella» flores fragantes que
vivieron una tarde sobro tu pecho
como vivió un din mi cariño sobre
tu alma Ingrata; el polvo seco de los
pótalos cala corno una lluvia vaporo-
sa de reminiscencias tristes: las ho-
jas amarillas parecían quejarse do tu
ingratitud!
Sólo estaba encendida aquella 'rosa
pálida que tü besaste emocionada
cuando por primera vez confesaste
que me amabas. El beso de tu trai-
ción la habla tornado roja muy ro-
ja! Y esa flor es la única que te
envío recíbala! El remordimiento
debe tener color de sangre!
Y la sangre de los poetas heridos
por uti amor cruel se condensa en es-
trofas tristísimas impregnadas de a-
jenjoestrofas que caen do'iorosamente
sobre el alma de las mujeres perju-
ras de Las mujeres ingratas! Es una
fuente inagotable de venganza de tor
tura y de hiél.
El dolor es inmortal!!
J. I. Vargas VILA.
Vea Ud. en la sexta plana del "Re-
gidor" el anuncio de las navajas de
fantasía.
Kodol Dyspepsia Cure
SSqost» what you eat.
■ ·Τ-~ΤττΙ-ΑιΙ·ΑΛίΤ·Α·Τι·Τ·ιΙ<>Τ—ΙΤ··Τ.·ΐ·.τ..<■ .t τ τ t λ. j-»-_«
Esta niña
' φ_
Cueilo lúnguiüo y sutil
Cuyo gálibo Buave ·
Plugo proa de ildu nave j
De una nave de marfil. I
Y hay en. ella cuando Inclina t
La cabeza arcaica y fina
—que semeja peregrina
Fior tbe oro—al saludar
Cierto ritmo de latina
Cierto porte de menina
Y una gracia palatina íi
Muy difícil de explicar.
NBRVft
φ
LAS MADRES LO ELOGIAN.
Las madree en todas partes el
la Cuna de la Tos en Un Minuto:
Minute Cough Cure) para los enfer-
mos. Ha aliviado & cus niños y. le·
ha salvado la vida. Es una cbím
cierta para la tos croup y tos .féxi-
nia. A. L. Spafford Postmaster de
Chester Mich. dice: "Nuestra nifilta
estaba inconsciente ii cauaa de la es-
trangulación durante un ataque .re-
pentino y terrible de croup. Íjb
Cura de la Tos en Un Minuto adlvia
la tos hace la respiración fácil ha-
ce salir las flemas quita 1a inflama-
ción y hace desaparecer todas las
causas de toa y de tensión de los pul
mones. Vendida en la Botica del
León de P. A. Chapa San Antonio»
Texas.
CANTARES.
o
Llorando sobre una tumba
u» he visto en el cementerio;
no sabiendo ya con quién
me (las celos con los muertos.
En !o míis hondo del olma
Bu ardo mis amargas líenos \
porque son recuerdos tuyos !
y no quisiera perderlas.
Juan Díaz do Sal a zar.
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Cruz, Pablo. El Regidor (San Antonio, Tex.), Vol. 17, No. 784, Ed. 1 Thursday, November 17, 1904, newspaper, November 17, 1904; San Antonio, Texas. (https://texashistory.unt.edu/ark:/67531/metapth1076056/m1/3/: accessed July 5, 2024), University of North Texas Libraries, The Portal to Texas History, https://texashistory.unt.edu; .