La Prensa (San Antonio, Tex.), Vol. 8, No. 2,432, Ed. 1 Thursday, December 15, 1921 Page: 3 of 8
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$»Esyñ8T"! Tr" S"s
Por el Lic. Nemesio GARCÍA HARAN JO
T5on Alvaro Obregón ha escrito un artículo intitulado
"La Inconsciencia de la Hora" en el que se exhibe
como escritor malo y Jefe de Estado peor. Supone
definitivamente fracasadas las Conferencias de "Was-
hington e insinúa la conveniencia de celebrar otro
Congreso Internacional a! cual acudan todos los pue-
blos de la Tierra. Xo puede ser más imprudente ni
inoportuno el articulejo. que por otra parte está sal-
picado de giros vulgares finales efectistas imágenes
de relumbran y otros recursos teatrales muy propios
de! autor de "Ocho mil kilómetros en campaña." pero
indignos del puebio mexicano en cuyo nombre se
cree que habla Obregón.
Lit ninguna austeridad de la literatura ooregonista.
so manifiesta en ¡a siguiente frasecilla: "aquella de-
nominación que hicieron los primeros cristianos en
llamar "Valle de lágrimas." a lo que tendrían que de-
nominar los que sobrevivieran a la catástrofe: "Va-
lle de sanare y exterminio." Y para que no se crea
que este siró fue excepcional alli van otros primo-
res del florilegio de Don Alvaro: "Apenas se disipaba
e! humo de la pólvora." *"La sangre que todos derra-
maron fue igualmente roja" "El cálculo frío y mate-
mático ahuyenta los ideales." "Trágico sello dejó la
muerte en sus rostros." " La esperanza viene apagán-
dose con la rapidez de un crepúsculo." "La conflagr.i-
ci'<í» tendrá que envolver y asoiar al mundo·" "*Kijos.
madres y esposas juntad vuestras manos...." Todas
estas baratijas retóricas estarían bien en un trova-
dorzuelo de lluatabampo. pero no en-quien pretende
sintetizar los clamores de quince millones de habitan-
tes.
Si la forma es mala el fondo del artículo es toda-
M'a i>eor pues reveía la más triste de las inconscien-
cias. No se ha dado aún. cuenta Obregón de que la
Conferencia de Washington ha llegado a !a finalidad
1 ropuesta ¡*>r quienes la convocaron. Desde el mo-
mento en i;ue el Secretario Hughes expuso su progra-
ma en la primera sección se convencieron hasta los
más excépticos de que la cancillería norteamericana
liabta estudiado bien sus conveniencias e intereses y
se daba cuenta exacta de lo que estaba proponiendo.
La marina de los Estados Unidos debe ser igual a la
de Inglaterra y con respecto a la del Japón debe es-
tar en la proporción de diez a seis: así habló Mr.
liugbes y los delegados sobre esa base concreta en-
cauzaron desde luego sus deliberaciones.
Si detrás del plan propuesto por Hughes no. se
hubiera encontrado la posibilidad que tienen los^Es-
tados Unidos de construir la marina más grande del
mundo la proposición norteamericana no habría ¡ja-
sado de sor un magnifico deseo. Pero Inglaterra y
Japón no cuentan cois elementos materiales suficien-
tes i>ui\í competir en construcciones navales ton el
Coloco del Nuevo Mundo. I'or eso la proposición de
liughes era de forzada; aceptación. Hubiera sido un
error rechazarla porque Yanqui'andia está en aptitud
de construir m «s barcos que los que puedan construir
el Japón y la Gran Bretaña unidos.
¿I'or qué entonces.—preguntará un curioso latino.
—propusieron los Estados Unidos aigo que podían
obtener fuera dei terreno escabroso de los tratados?
Alli se encuentra precisamente el lado práctico de
les estadistas yanquis que no quieren gravar impues-
tos excesivos sobre el pueblo para construir una ma-
aina fabulosa que les darirf tina preponderancia que
no necesita rf: prefieren ponerse de acuerdo con las
oomnetidoras. para obtener las seguridades
Inglaterra aceptó inmediatamente. ;T claro que
tenía que aceptar: Porque de no conformarse con
Ja igualdad que se le -proponía quizás en plazo no
muy remoto se llegaría a ver obligada a aceptar el
lugar inferior crique la sometiera la enorme potencia-
lidad constructora de los Estados Unidos.
Japón trató de defenderse alegando la necesidad
de ur.a proporción mayor: pero Hushes no cedió un
ápice y se mantuvo en los términos iniciales de su
pían. Si por la fuerza puede obtener la relación do
diez a seis y esa es la mínima para defender debida-
mente a su patria cometería una torpeza inconcebible
en reducir sus demandas. Por eso Japón tuvo que
ceder renunciando < o cuando menos aplazando sus
sueños de dominio en el Pacífico·
Es tan claro que el objeto fundamental de la Con-
ferencia fue el de reducir los armamentos navales en
la forma propuesta por Hughes que nadie le dió gran
importancia al discurso—por cierto muy bello.—de
Eriand. Se 1· aplaudió se le manifestó simpatía y
casi se le prometió ayuda: es que los S00.000 soldados
franceses no inquietan a ios Estados Unidos en tan-
to que los acorazados que estaba construyendo el
Japón si obligaron a los estadistas yanquis a prepa-
■ ·
rarse seriamente para el porvenir.
En México se goza comentando 'los éxitos latinos
y se ha interpretado el discurso de Briand como un'
gran triunfo para la raza: yo también quisiera sen-
tirlo así: pero la condescendencia con que se ha per-
mitido a! pueblo francés que siga armado de bayone-
tas. me significa muy dolorosamente el poco temor
que la heroica Francia inspira a las verdaderas gran-
des potencias del mundo.
La Conferencia de Washington se reduce pues a
lo siguiente: Los Estados Unidos necesitaban adquirir
ciertas seguridades de defensa; podían armarse for-
midablemente : pero les pareció más económico y ex-
pedito desarmar a sus pcoblables adversarios. Un
programa práctico que contrasta en lo absoluto con
aquellas incoherencias de Wilson que algunos tontos
han bautizado con el noble nombre de idealismo.
Y han triunfado los Estados Unidos. Se reduje-
ron las armadas navales y se liquidó la alianza ar.glo-
japonesa. Es que el pueblo americano tiene elemen-
tos sobrados para imponer su voluntad en el mun-
do. Solamente se habrí'i podido evitarla preponde-
rancia yanqui por medio de una guerra en la que
Inglaterra y el Japón se uniesen para destruir a! Co-
loso ael Nuevo Mundo. Pero esa guerra serla absur-
da. porque los intereses de Canadá de Australia y de
Nueva Zelandia (paísese manejados por caucásicos)
estarían n-ás ;erca de los Est'«»los L"nidos que del Ja-
pCn. Y si Inglaterra se atreviese a entrar en un con-
flicto. contrario a lus conveniencias do sus colonias
éórreria peligro de que se desintegrase su imperio.
Por eso !a inteligente Albion se resignó a que
otro país tuviera una marina igual a la suya y Japón
tuvo que aceptar 3a sustitución de una Alianza que
le daba fuerza por un pacto que lo deja atado.
Ya ve pues. Don Alvaro que no ha habido incons-
ciencia. de parte délos que convocaron la Conferen-
cia de Washington: sabían lo que querían hacer y lo
I' hicieron con inusitada rapidez Ea verdadera incons-
ciencia está en pretender que los fuertes se sometan
a los débiles que ¡os pueblos ricos se dejen subyugs>r-
I. voluntariamente por los pueblos empobrecidos que el
mnnrio «:»» urosterne ante un articulejo de relumbrón. «
«iue exige· 1h Naci">n
EFEMERIDES MEXICANAS
V»
L
ώ
ACTITUD DEL SENADO
:)o
13 MR DICIEMBRE DE lS^l* En .
Cote día s? discutió «η el Senado el j
proveció de pacificación pactado en- j
tre los generales Sarta Anna y Bus- |
turnante y el que «lia anterior hab.'a
reprobado la Cámara de Diputados.
SI coi:su vimos ayer la CAir.ara de
Diputados estuvo a la altura de su
m dignidad reprobando el Articulo VI
d?l armisticio y el p!an de pacifica-
sen. convenido entre los Grales. alu-
didos. porque de esa manera se abro
"gabán dichos jefes los derechos del
poder legislative el cual querían que
sancionan solamente lo que ellos ha
btan convenido el Senado observó
igual conducta por lo que tal plan de
pacificación no podia legalmente lle-
varse a cabo sino es pasando sobre
ti Constitución del país.
Kn vista de la resolución del Con-
greso no que-iaba más recurso al
General Bustamante q" continuar las
operaciones puesto que era el Jefe
del Ejército el cue sostenía los de-
rechos del gobierno; pero en vez de
(:
hacerlo así. resolvió llevar adelan-
te dicho plan y poner en ejecución
el Artículo Vi. para que de esa ma-
nera. ¡a pacificación del pa-s se hi-
ciera solamente según Sos deseos de
41 y de su contrario Santa-Anna.
La fuerza triunfé pues en aque-
lla revolución y se impuso a las au-
toridades constituidas. Quizá el Gone
ral Bustamant* no se atrevió a se-
guir las operaciones militares contra
Santa Anna en vista del mal éxito
q^e tuvo en las batallas que dió fren
te a Puebla y también porque parte
de la oficialidad que tenía. a sus ór-
denes mostraba pocos deseos de se-
guir combatiendo en favor de un go-
bierno cuya caída se veía segura. Qui
zá temió algunas defecciones de pr.r-
te de sus jefes más adictos por lo
que se resolvió a obrar por su cuen-
ta propia. v.
Debe notarse que desgraciadamen-
te las .defecciones han sido en Méxi-
co moneda corriente en todas las re-
volucione!»
j^25ZSS5ZSHS2SSS2S2S2S2SHS2S5S5S2S25SS2SaSE52SHSg5HS25HS£5¿íj¿iücac3C3t.7i
I PALABRAS DE ORO
/
i es ra es CP >3 τ? ζ2Ώ5?Ώ525Ξ5Ζ5Ε5 cfl
GUERRA
En la* revolucione» y di5Cordln3 la
mayor fuerza es propia del pcin; la
i-az y el descanso necesitan de la».
buenas artes».
Historia IV
I~£3 naitlaiiei aan peísntoa con ol
Impetu; los buenos consejos con Ift
calma.
Historia !·
- *
En las discordias civiles nvl¿ aeg\i·
ro κ β! triunfo con !κ prM¡c»a puse
es más necesario hace;· que eenaullai".
Tácito
Tomo e! tren -22* para Ostias Fo«t
Worth y Mexla « las 9 p m. Sou·
tlisrn Pacific.— (Adv)
M&
HABLAR
Terrible es en sy ciudad ei horr are
hablador; y el temerario en su pala-
bra será odiado.
Eclesiástica
El que responde antes de oir demues
tra que es tonto y digno de compasión.
Salomón
Lis cosas honestas. honrado es de-
cirlas ante todo el inundo.
Eurípides
e; arte d? hablar canalete en tr?s co
ha·; en la naturaleza la doctrina y
ta frecuencia o el U«a: cataa rcaaa san
lee quo no íoto en el orador. s:no en
todo eriífies· requ.cron para que
produaean aleo.
CieerCn
Ι l ecturas Populares ]
I VICIOS DE LAS GALLINAS
Los animales como Jos seres rack
nales son susceptibles de contraer v
cios así como también son capaces d<
enmendarse de ellos o por lo meno:
de abstenerse de llevar a cabo su:
tendencias viciosas.
Y en los animales como en lo:
hombres es más fácil adquirir ur
vicio que una buena cualidad.
Uno de los virios más frecuente!
de las gallinas es la de comerse su:
propios huevos o los de sus compa-
ñeras. tan pronto como éstas aban-
donan el nido.
Este vicio tiene dos grandes in-
convenientes: el primero es que aca-
rrea una pérdida a las amas de ca-
sa o a ¡os avicultores: el segundo e¡
que todas las demás gallinas se con-
tagian con aquel vicio rápidamente.
En este punto uichos animales pro-
ceden casi como los hombres. Si unt
gabina ha adquirido el vicio de co-
merse los huevos si por casualidad
otra sallina se acerca en les momen-
tos en que la primera está comiéndo-
se el huevo trata de participar d<
aquel festín y como casi siempre 1<
logra inmediatamente se aficiona ι
los huevos y poco después se comí
los suyos y los de sus compañeras
Después otra gallina contrae el vi-
cio en la misma forma y así suce-
sivamente causando un grave per-
juicio a la ama de casa o al avicul-
tor.
Pira curaras de este vicio bastí
algunas veces poner nidos de huevo!
artificiales de alguna substancia du
ra porcelana por ejemplo retirandi
los huevos naturales tan pronto co-
mo los pone la gallina. Esta picote:
el huevo artificial sin éxito algunc
y aün molestándose un poco el pico
por lo que después de repetir vario:
d'as la operación acaba por abando-
nar aquella mala costumbre.
Pero hay gallinas en las que ese
vicio está tan arraigado que no bas
ta esa estratagema. En este caso si
hace necesario recortar un poco e
pico a la gallina con unas tijeras t
una lima do grano muy fino lo su-
ficiente para que le salva un poco d«
sangre. De esa manera la gallina
sentirá dolores agudos al picotear lo¡
huevos artificiales y aun 'los natura-
lee s! ee lo han dejado y tendrá qu«
abandonar completamente aquel vi-
cio.
En ]oa cüaoa excepcionales en qn<
|
COSAS QUE NUNCA SUCEDEN
rr— " " ~~ i
Me han venido a ofrecer
un negocio en el que me ga
l naba cinco ra3 dólares. Pe.
••'ro como yo me cansé ya de
I sanar dinero les he pasado
| «se negocio a mis competí.
{dore» de enfrente
■ sé que ellos no han
nada en este año
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ΊΠ
tvuiycvi. * ι
►e porque I *
m ganado f
- J · I' 1
- RINCON LITERARIO -
«MORTALIDAD
Cuando en el éter fúlgido y sereno
arden los astros por la noche umbría
el pecho de feliz melancolía
y confuso pavor siéntese lleno.
¡Ay! así girarán cuando en el seno
duerma yo inmóvil de la tumba fría.. .
Entre el orgullo y la flaqueza mía
con ansia inútil suspirando peno.
Pero ¿qué digo?—irrevocablemente
también los astros a morir destina
y verán por la edad su luz nublada.
Mas superior al tiempo y a la muerte
mi alma verá del mundo la ruina *
a la futura eternidad ligada^
José Ma. HERED1A.
(Cubano.)
CHINA EN U CONFERENCIA DEL DESASNÉ
)0(
Por Sac-Ke Alfred Sze Ministro de China en los Estados Unidos y
Embajador Plenipotenciario en la Conferencia de Washington
J
( Traducido de "The Current
History para
LA PRENSA
China inmediatamente aceptó de to
! do corazón la invitación de .los Es-
1 lados Unidos para tomar parte en la
i Conferencia en que hab'an de dis-
cutirse las cuestiones políticas del
ι Pacifico porque ninguna nación de-
sea mis que China la paz mundial
especialmente la paz en el Pacífico.
El gobierno chino está convf neldo
de que es posible establecer y man-
tener. por un convenio amistoso en-
tre las naciones un régimen en el
que los intereses legítimos de cada
nación sean reconocidos y protegidos.
En otras palabras el gobierno chino
cree que debe haber una armonía
esencial entre los intereses verdade-
ros de todas las naciones y que la
conferencia de Washington ofrece una
oportunidad para fijar en cuanto al
Pacífico se refiere la base sobre la
cual debe fundarse tal armonta.
China es la nación que con más
regocijo ha entrado en !a conferen-
cia. porque se halla en la posición
afortunada de buscar sólo el pleno
| reconocimiento de sus derechos como
miembro de las naciones. Ella no ha
[ cometido actos de agresión que tenga
que explicar por lo que silo pide a
la conferencia que se apliquen para
con eüa los principios de derecho in-
ternacional que el mundo ha recono-
cido como justos y convenientes pa-
ra todos los pueblos del Lejano Orlen
. te. y para las naciones del Occiden-
te que tienen intereses políticos o
económicos en el Pacífico.
Al mismo tiempo que China esta-
1 ba dispuesta a cooperar a !a conse-
cosióii del objeto de la conferencia
ni ese remedio basta lo único indica-
do es cebar a la gallina para la ca-
i zuela o para la venta.
ι Otro vicio en que dan las gallinas
es el de comerse las plumas de sus
compañeras a las cuales dejan en un
estado 'lamentable. Ademán del feo
> aspecto que presenta una gallina en
. esas condiciones las plumas que se
ι traga la gallina que tiene tal vicio
pueden ocasionarle algunos trastor-
i nos intestinales.
Para curarlas de este vicio se ha
ι ensayado aunque con poco éxito un-
tar petróleo en el plumaje de todas
las gallinas para que el mal sabor de
ese líquido las haga olvidar su vi-
eío. Pero lo mis conveniente es des-
hacerse de esaa aves.
·.'τ-ίϊ' '¿ν · vi Ükiú" . ·>-·>'
οι
también confiaba en que sus intere-
ses se mejorarían mucho por medio
de ella. Confió desde un principio en
que como resultado de la conferen-
cia. se vería libre en lo futuro de ios
asaltos que en épocus pasadas ha
sufrido su integridad territorial y ad-
ministrativa y que así quedaría en
disposición de concentrar sus fuer-
zas para mejorar sus condiciones do-
mésticas aumentar sus ferrocarriles
reorganizar algunos servicios públi-
cos y adoptar una constitución per-
manente que satisfaga las necesida-
des políticas del país tales como se
han desarrollado desde hace diez
años en que se estableció la forma
republicana.
Todos debemos confesar q' el mun-
do está hoy más pobre a causa de
la guerra mundial. Se llevó a cabo
una destrucción sin precedentes en
los campos de la riqueza y se ne-
cesitará por muchos años todo el es-
fuerza humano para que las naciones
vuelvan a su estado normal. Muchas
naciones se han empobrecido tanto
que necesitarán por lo menos medio
siglo para que vuelvan a las condi-
ciones de prosperidad que tenían an
tes de la guerra. Y lo que es peor
aún la guerra ha dejado como con-
secuencia problemas de reajustamien
to social que hace mucho más difí-
cil el reajustamiento económico. Ni
las naciones del continente americano
han podido escapar de las consecuen
cias de seis años de destrucción en
Europa.
CHINA EN LA GUERRA
La República de China tomó par-
te en la guerra mundial y rompió sus
relaciones con loe Poderes Centra-
les principalmente por el alto ejem-
plo que le dieron los Estados Unidos
de América. China no envió solda-
dos al frente occidental pero b' man-
dó un ejército de xn¿3 de 1S0.000 ira-
bajadores artesanos y mocinicos q'
ayudaron mucho a la causa aliada.
En Francia se mezclaron con los psi
dados americanos inglosec franeosca
y belgas y su entusiasmo por la eau»
sa fué tan patriótico y tan grande
como el que animaba a ]oh que mí
hallaban en las trincheras.
En Arcánjpel y un Murmansk va»
rioe regimienten do voluntarla^ ph{s
noj se dirigieron a ¡a linea de fuego
requirieron uniformes ingleses γ fran
coses y ayudaren a sostener ias tríi\
cheras contra el av&nqg helehevUil
Lo· trabajadores chinee también fue*
CIUDAD DE MEXICO diciembre
10—Desde hace mucho tiempo ha ve-
nido siendo tema corriente de las con-
versaciones éste de ]a crisis por que
atraviesa la República aunque es pre-
ciso hacer la aclaración de que el
asunto degenera en mama y era un
magnifico pretexto para que los per-
dedores de tiempo profesionales esos
que van de corrillo en corrillo de ofi-
cina en oficina de tienda en tienda
buscando compañeros de holganza pa
ra ensartar la hebra y estorbar a los
que trabajan echaran la culpa a la
suerte de su falta de empleo y jus-
tificaran aquellas visitas que todos
los días nos dejaban con nuestra la-
bor a medio hacer. El tema de tan
manoseado resultaba ya monótono y
los conversadores de oficio que se res
petan sólo recurrían a él cuando se
les agotaba la vena y no quedaba na
da por espulgar. Las conocidas la-
mentaciones de '"¡qué haremos; ¡qué
situación; íen qué parará todo ésto¡"
estaban cayendo en desuso de puro
desacreditadas pues únicamente los
ñoños irremediables esos que en los
bailes le hablan a su compañera del
calor y del frío y del tiempo en ge-
neral y le preguntan si suda segu'an
aprovechándose de ellas en los mo-
mentos en que languidecían las con-
versaciones.
Mas he aquí que grado por grado
fué subiendo de punto la tirantez de
la situación hasta parecer un calle-
jón sin salida para todo el mundo y
en los actuales momentos el clamo-
reo no es ya sólo de los vagos y de
los profesionales de la vagancia si-
no de los que tienen dinero y de los
que carecen de él de los que tra-
bajan y de los que no hacen nada
de todo el mundo en una paiabra.
Los comerciantes se queja» de que
no venden o de que venden y no ga-
nan; el público reniega de los comer-
ciantes que escudados en „us mostra-
dores roban más que en Sierra Mo-
rena: los bancos se quejan de que
no prestan dinero y de que si pres-
tan no hay quién les pague; los ne-
cesitados do dinero suspiran por los
tiempos del diez y del doce por cien-
to anua! pues los bancos cobran aho-
ra. como el más judfo matatías el
dos. el tres o el cinco por ciento men
sual: los dueños de espectáculos &e
lamentan de la falta de público y és-
te había al pagar un peso por asis-
tir a un mal cine o cinco pesos por
ver una detestable corrida Je toros;
los solicitantes de empleo se agolpan
en las casas que pusieron un aviso
en los periódicos requiriendo una ayu
da y siempre se encuentran con la
plaza tomada porque hubo un ma-
drugador que estuviera listo en lo»
momentos en que abrían las puertas;
los artículos suben de precio y los
sueldos bajan; lan casas cuestan un
ojo de la cara; las empresas redu-
cen su personal los empleados de go-
bierno se quejan de que no les pa-
gan; quiebran las compañías tea-
trales y el dinero ;oh. el dinero; se
eclipsa se ausenta en magníficos ca-
ballos. desaparece como por escotí-
ιίΛη ν no hav nulen le vea la cara
ni ricos ni pobres ni propietarios nt
descamisados....
Ahora si que no queda más de que
hablar ni nadie tiene liumor para
preocuparse de otra cosa que- de 1a
triste de la imposible de la tirante
situación. Se encuentran dos amigos
y después de semblantearse para ver
cuál de los dos acusa más vigilia y
más ayunos se cruzan una letanía
de quejas y hacen un repaso incon-
table de necesidades.
En esta vez sí va de veras.
Como sucede siempre en las cri-
sis de cualquier género todo se com
plica y se pone de acuerdo para ator
mentar a las victimas y las victimas
vienen a ser en este caso nada menos
que la totalidad de los habitantes de
la República Mexicana.
Resulta que en los actuales his-
tóricos momentos: hay crisis en Tam-
pico porque 'las Compañías petrole-
ras no pueden o no quieren trabajar;
* =*
ron con las fuerzas expedicionarias
inglesas al sur de Rusia y a Meso-
potamia.
La Guerra Mundial afectó a Chi-
na de varias maneras. Dos grandes y
poderosas naciones de Europa Alema
nia y Rusia que en varias épocas
pasadas fueron una amenaza para
China quedaron nulificadas como po
tenclas militares y so hallan ahora en
una posición nueva con respecto a
sus relaciones con China.
La nación china también tu£- afec-
tada de un modo osencíal por el arre
?lo .territorial quo fué consocuon·
cia de Ir guerra arreglo quo debe
justificarse ante nuestro pueblo para
quo puoda haber una pas permanen-
to en el mundo. Y aun hubo otro cam
blo en China como coneoeueneln
la Quorm Mundial;-un cambio on las
montus y pon «amanto* de nueetiO
pueblo que puede mop trae*
condonial todoq puotj efectos Yo
creo que hablo ton toda exactitud al
decir quo el pueblo qe China fué e!
más afootntlo por U guerra y pub eon
peeuencloH que pep ningún otro acon-= ¡
toeimiente de pq peálente ¡listeria
oeptuunde qu»4 el paso de la forma
mPRárquien a ι·& repubjieana
La República de China tiene yna
egtenaión que es igual ft Ja da jes
gatadqs Unidas mjs una pexta par-r
te y una poblacióq suatre veces mar
yap que la dq }og "Eatades Unidas
(pita a la Pag. 6a.)
'· ···>
y lo que fuera emporio de riquez^-·
centro tie actividad y manantial (tífcfj
oro que esparcía su áurea corriente"!
por todo el país es hoy 'campo d· -1
soledad mustio collado" al par de;;
aquellos en que puso su mano deras-'i
tadora el tristemente célebre D. An- *
tonio I. Villarreal. Puebla y Veracruz j
andan en los alcances de Tampico ¿ ¡
por las causas que ya sabemos y elJ
agrat ismo el bolshevikismo el dcsba. I
rajuste de los ferrocarriles y el mal
gobierno se han encargado de empa-"
rejar a los demás Estados siendo el'
resultado de todo eso la decadencia .
increíble que tiene paralizados los
negocios^ desocupados a millares d«;
brazos y proximos a la desespera-
ción a los campesinos y a "os traba-
jadores de todo el país.
Los economistas echan la culpa de
esta situación insostenible al desnf-
vle de la balanza comerci^J que 1103
ha dejado sin "^tock" monetario pues
mientras que tenemos que importar-
lo todo de los Estados Unidos hasta'
la carne las pieles y no pocos co- <
niestibles en cambio no exportamos
hada porque nada producimos. El go
bierno nuestro imprevisor como lo ha
sido siempre y amigo de los tanteos
en cuestiones ya resueltas por los es-
pecialistas ha juzgado favorable pa-
ra la precaria situación del pa's fa-
cilitar las importaciones para que ba
jen de precio determinados artículos
indispensables. La medida a la sim-
ple vista parece buena pero en rea-
lidad es desastrosa porque si de
pronto logra abaratar los mercados
en cambio siguen haciendo desapare-
cer la moneda de nuestro país y na·:
ta todo estímulo para la producción.
¿A quién se le pone en estos no- '
mentos— nos decía un agricultor — ;
sembrar patatas por ejemplo si del;
Estado de AVisconsin van a ser traí-
das con la aquiescencia y aun con
la ayuda del gobierno varios miles
de toneladas %de ese tubérculo al pre-
cio de medio centavo libra? Si algu-
no de nosotros se pusiera a sembrar
patatas para hacer producir sas tie-
rras para darle empleo a muchos j
brazos que están inactivos y para ha }
cer salir de nuestro mismo suelo las '
cosas que necesita México se encon- j
ira ría con que el artículo cosechado j
aquí resultaba tres veces más caro;
que el importado.... y eso contando;
con que no vinieran los agraristas y
se alzaran con la tierra y con la co- '
secha....
Del otro modo tendremos papas ba .
ratas pero ¿con qué las com-;
pramos?
El problema que se presenta a Mé-
xico para υφ futuro inmediato es
gravísimo en opinión de esos mismos
entendidos en cuestiones económicas.
La vecindad de un país intensamen-
te productor como lo es la UniOn
Americana y que ahora está abarro-
tada de artículos de la industria y
de la agricultura no puede tener otro
efecto que el de una esponja junto']
a un depósito de agua. De seguir co-
mo vamos segando las fuentes de
nuestra riqueza con el agrarismo ma
tando la agricultura acabando con
las industrias y dejando libres las
puertas a la entrada del articulo ex-
tranjero llegará un d'a en que ten-
gamos el mercado lleno de cosas bs£-'
ratas pero los bolsillos vacíos e im-
posibilitados para comprar aún a pre
cios irrisorios lo más indispensable.
Kesultado de esa bancarrota de
nuestra agricultura y de nuestras in-
dustrias es la crisis que estamos pre.j
senciando y que presenta como sín-
toma principalísimo y fatal la esca-
sez de dinero ese principio vital que
cuando falta nos pone desanimados
tristes entecos y descoloridos.
Todo el pats lo está resistiendo en
estos momentos y la palabra "crisis'*
es la más popular hoy por hoy. El
único que no cree en ella es el go-
bierno pues no le afecta más que de
una manera muy relativa. Bien o mal
el gobierno siempre tiene dinero pa-
ra cubrir sus necesidades más urgen- 1
tes que son la de dar de comer a ΓοβΓ;
que lo forman y en esas condiciones
¿que le importa a un empleado que |
el mundo se venga abajo si él tie-
ne asegurado su sueldo aunque sea]
con retrasos en el pago y cuanto me-
nos le importa a un alto funciona· g
rio que en Atlixco o en Tampico
mueran de hambre Jos obreros el €1*.
siempre tendrá dinero no sólo para I
sus más perentorios necesidades sino J
para sus lujos para sus devaneos y]
para sus vicios? í
Es muy difícil dar una idea de los ·
retortijones do hambre a un sujeto q* I
acuba de consumir sustanciosos man- I
jorca y ni con la imaginación más ri-'l
pi podemos repreaentaraon las tor*
ran del frío estando metidos ent
gruesas cobijas.
Para palpar la crisis hay qua and
Mitre el abundante y sufrido públl
iíq 1&¿> galería» el que va η pie ye
i|Ubd4 »n caaa lo· domingos ponqt
no jiueda ir η nh-gdn Jado y que.
suanto lo eneuentra a uno y ·β
;hft la mana ie dioe buscando siq
¡4 afinidad del sufrimiento
pentir el penauele de loa tontos
iabep que los demás padeeen su mis
—Y ft ystsá ¿quA tai? A «ni
ie teclea jos demonios...
pauta
Oarre^ Doem;ter;©s p¡Fcc*e$
-«•Ρ. A ÍS9 13 #·Ί díi. §9
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Lozano, Ignacio E. La Prensa (San Antonio, Tex.), Vol. 8, No. 2,432, Ed. 1 Thursday, December 15, 1921, newspaper, December 15, 1921; (https://texashistory.unt.edu/ark:/67531/metapth1069103/m1/3/?q=Mej%C3%ADa%2C+Enrique: accessed June 13, 2024), University of North Texas Libraries, The Portal to Texas History, https://texashistory.unt.edu; .