El Bejareño. (San Antonio, Tex.), Vol. 2, No. 13, Ed. 1 Saturday, March 29, 1856 Page: 1 of 4
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X. DEBRAY y A. A. LEWIS
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SIN ANTONIO, SABIDO, 29 BE
TOMO II.
ííu cd.iL
a¡üc;aja
OXii AM. .oaAfl'A !
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ÍPMMÉ
Adelan-
tado.. ' •t '
' ESTADOS UNIAOS:
Cuatro pesos al año. 1
Me* reate* por Trimestre j
« i. MEJICO:
«taco peso*.
Precios de ^vieoa;
J er cada cuadra de ocho lineas o menos,
P itmertion -subsecuente,
Jleipues de un mes,
'l'trgetas de comerciantes, por 10 linea*
o menos, ál año,
for seis meses,
Por 3 meses
Aauaeios de candidatos
$.1,60
ÍJ OjJO
o,2p
$8.00
6,00
s,óo
P9~ Comunicaciones o avisos en lenguoge ofensivo,
* oráu recibidos bajo ninguna consideración.
Agentes:
San Antonio.
B«n Kareiso Loál,
Dea Mariano R. García,
Doa Julias Berends,
Don Agustín Soto, Lar edo.
i'ou Jui^a Newton — Paso del Aguila.
Son Estevan de la Garza — Oalarcros y los Arroyos.
Son Jesús Lujan ■— El Paso del Norte y vecindad,
boa Rafael Aldrete — Refugio ¿ta
Avisos de Abogados.
«J. D. BIJCHANAN, abogado y consejero n ley.
Sm Antonio. Tejas, dará todo su tiempo a los que se
wriran ©ocuparlo. Oficina en la Plaza do Armas, lado
4*1-Norte.
' ~ UDmÉT
JDot boUos de JTééheiéi.
(Oontinua del No. íl. y Í- )
Antonio,
k> Condados de Bojar, Medina, Gillespie, Comal, Gua-
dalupe, Karnes, Gonzales y Caldwell, y en las cortes.
Suprema y federal en Austin.
Antonio,
4 1 '
wd todos asuntos qaele serán coi
en laa cortos Federal
con esmero y pronti
i confiados.
«MiMjero en ley, San Antonio,. TejOs, pricticarlen 1¿
«irte del begundo y del Cuarto Distrito, ? en la CWa
r«u i fe'i un.iwrf.,í, «USISSÍIÍK
4m1oí IUwMh« so lo encomienden. He eeeurtaíkm-
del cobro de deudas, reclamaciones, Jte. ** y harí de
Agente de tierras. -¿
u.°sfi/^^ToÍ*iÍt de¿\EttafCtt ^nte a la «««Se
ím Señeros GtoesbeecK ¿b Prench. El Señor S. habla
■4 Castellano, Francés y Alemán.
• W" í1, abogado y couhejer7 cn
«JiJ. Notan® Publico, San Ahtonio, Tejas, atenderá
^.«untos^eSé le encomienden; habla el idioma Ca-
(Vdluio. Qtioina Calla de TreriSo. ) ^ ¿i*ül
mava,A pi- «• * •
— —tí—u. **•••• ■. ^
en A cual colgaban áüs pfts hasta la «atiesa
calvk ÉfmaesB' SpVaáeí, y le eÉpltéó lo me-
jor <p¿p&6 ^ d« su estxmfibMsitá.
jMf^obft aiol eíelámó A «tirio llorando
al eoncluirsu historia; yo habla creído que era
un amorcillo pasajero . . . . pero .... no....
—¡Es una pssioo firme! acabó eategórica-
mente míese Sprudel: 1
—•¡ctówsatói.?..:.
«—¡Qufe diablij! Nadie mas que yo habría po-
dido desetifririó, yo<¿uésoy iu'padre. ! -
—^Stt padre! ... . ' í
—¡Sí;por citrtor. . . . mein €rdt! . : ^
—Pero yó os hablaba del seiior barón de
—¡Y jo os hablaba de mi hija! . . . .
—¡Ahí
Dos minutos dsspues se habían entendido
perfectamente. El buen Sprüdel se había eem-
prometído 4 arreglarlo todo.
—¿Y por qué medic¿ preguntó el eorioso
Zmann.
—Venid .... dijo Sprudb! saliendo de su
, . : ' Jr"' • ¡ '
hoyo.
Y luego, llegando, 4 la puerta dé su e&íia,- a-
Sadió:
—Quedaos aqái, y preóso «■ <!*• mi esposa
■o conciba sospechas de nads.
—Corriente. *" r *
Y nuestro maese Zmann «speró eo¿ la mayor
paciencia. El brujo Sprudel llegó 4 poco rato
tiendo con precaucionuna fuentfe bien Ctt-
bierU con uia §c*T,illota Ufnpi®, a s¿
—¿Qné es e o¿ pregua|<«naw Z«aaa.
—Una fuente de bollos esflWnó solenae-
nemanto el hechioero.w v:
—¡Bollos! r :
—Siete! . . . ' 16 '
—-Fatj ¿qué? v
—Coloead esta f^an^ «fta mism wí*
la baronesa .... y tened cuidada de que ella,
soba se coma ios siete bollos- i-ffti«.-¡u: .■ 5:ri
—¿Losaiete! , ... ,
—í?iu dejj^r uiagano. !9 [ . í.
—X¡a, mein lierr. Y entonces «siais bisa sar
guro de qua . . . . v?!I : e* •
El sortilfgio no falla ffM^Bí ,n-
del eon ciento ironía; Tamos, maese Zmann,
coafiania. * ' *'**' -p ■' *■'
VIII.''
>«ls usd
Mmmmt : ) RC;i" *11 :'l-T
* íí«*sdMsAi j^ravcox, Aifegados;1 feíi An-
A. lkDSthl«l, 'i • M. e. Aadermn
'>AV/pSQN^j^XDfiBíW* Ai>ag<i4w
£&etfSR2ttJE8sr«ab «te
¡si
hüÁÁ Voélto al calillo tém-
blando fl^kda paso que la fuente que apegas
se atravfi á llerar étfn la punta ñé los ledos,
no etfteüaift de repedie como una
Peidtlagdiai«wí
íhK—„ > . .
baronesa, aue^sa **nH los siets bottos
menta que aran ñquij|f^|h 0r«U í íij oií
—Paro pasase «ne lw Aw waiiten an% >
mm
tirr s9ur:st)í
la B f
P*dis 4 la seCpra baronasaUUicaJajUsno da
IRJíWiiíVAlbfW KcjMlwÉWtoli
mta li ii—ntiflura
ifi^noqxe Mu'<-uh \t>fnr iiáhó fo.:
'Hmm mmfo renpM^r íl pintor 4 snsto
del s^)rino, la * ÍMSWi ^ ^
í#s bjen
to nGcesí^íanio^ oseribir m}j?hft ,t
fjtifWo \f>f iMcM r*sul-
al ^bedaW; ¡iM-Ófdo-
nas de la baronesa Uli^,
íyrWí , k: ran
gm wvwto m «n
«!) «áííik:a*ui el Ishnqii UpísfíOfOO r.".u
, JS!i&w rwpeftW smm
W «stab* apMjfdid^
^líaese ¡vfap$4.# ÚüW Poll<í>|afdo
4 daljdfppJeftfn^. :bi^
S9porí*Té la iid&!.... hab% dicho
^ barones^ aplaiá la ma^ha para dentro do
ofho 4|as, asustad* cei^ estola, aobroxVídf
BjHTfr 4líia sad«w#oiasu: ^t«iaeepe)ianu,
4 saber, la resiurrec^w df[ 1 baroaí 4 del
QMtilfc dp
Contení mmtotim.®*vm4°é tmmm
aiiMs^o que nunca ap^tiji al irrsvaronM Spr^-
*«l castilla >in sal^r
de^jo aden^aibsjllegó inftintÍTamente4.ííau*
heim, y se encontró cara 4 c#rá con Sprudel,
qut;Mgpw.proí«a^i^p «l ^fij^; J «odmA
—¡Ahí. . .. ¡eatais ahj!,. . . . dijft pin la
menor emocion maese Sprudel. . . Y' bien,
q«é.ton«| iQsft^j|u^o?íí,':, „>:J Oo wíf
—¿9® M mmfrl ' * v
(TT¿Y porqué no?, . , t¡l , , , , v;
— « piie| de l^alwtenide plinwe?dpwro
de 9^t|r la ^sa^^, noble o foa
▼uestra hija. . . . ¿ffpa ai- tía ^istwOI
—iPV • • •' MlfM ***#*,:
Te^.e* eso." , .. |
a-* ■ y.vmñ
como M: í^efrtt: t
¡r-%oi mas íodaria, wh i5man , mas to-
W9%tísp \*i« •!
i : i*. í t .«>« oTlon y. oía.
■ - rnnl^M'íír ¿> ftonn h; : t ,nífi d cIís*j|
Aepto^fcfial^r mwtgmtokmjr*!
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La Tixtnd tarde
HÉ> Amigo
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ó temprano
—Bso mismo;
cada cuál
Une ea
*•' •• > y:'
m% mtig
lllnte éou
Por último, deSfraes de«fcs^¡báet«lfJfigMesa
y ■*^^'j&tói!*| yeron h4cia atrás, y dar-
miéndasa éóotó'Bacndtto , prosiguieron al cut-
so de iiiSiÍÍftí'53ui® SM.il
' o«!'|S*'< 1 .oV. Xíf4,'
PewH « Wfanft aip^i^ ««panta..
Nuestros d,ps trabajadores donn^doa ««Éífátf
quí>ppqo b pwaelpeCaseosó abro baja sus^és
■ • • «spumass,
estrafia «.«« que esta agua ámenasa sumarjir-
'«•■•• mMwsáfb ImtMWfi
J •« í^«w i '«iiíMe*wím km
tiempo por,aquella
«¿i *d-
Porsiempro.|«<4lsM>r
T bro loa^:|¡^i(y<
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««tq-snr.—.wrTOOTJnr, *••>. * «
'füft ssSíÍHssísd «íníofdHhnomoos'i asi r
sgnjere as un vasto chareo, del anal Mlta^m-
fuerte cafio ^ igiff ñt mss tis tiis, mftros da
altnéáy'<da «M MMéoiri W
bro tod#4 los ftjjrtft de Ti lu^a, qtia
faatasma'gigaafetfsá.3 ' -:r,« *h "
—¡Eurtka! esíltmé triunfa laassb8prade!
¡¿o . i^ea
i. gfaMWntyéiai^
4 4,pierna.si ^!J ,0 r¡.a , I9 lc j ,^SÍ9«J V
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¡▼alW. " '■ «sitT s; t7) oaiiñ obtq«a¿e
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£éls.aMs*^ge¿t^|^
nsa da las ote* éAkmjJm
adormecida*^" aqUw ',r^' O
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agua espumosa subía mas y
taate.
lattñí
lleTad ya.
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Debray, X. & Lewis, A. A. El Bejareño. (San Antonio, Tex.), Vol. 2, No. 13, Ed. 1 Saturday, March 29, 1856, newspaper, March 29, 1856; (https://texashistory.unt.edu/ark:/67531/metapth178194/m1/1/?q=%22United%20States%20-%20Texas%20-%20Bexar%20County%22: accessed April 28, 2024), University of North Texas Libraries, The Portal to Texas History, https://texashistory.unt.edu; crediting The Dolph Briscoe Center for American History.